Hallazgo

Finalmente descubren el significado de un texto de hace más de 2000 años, y nombra a una diosa poco conocida

Un equipo de investigadores logró descifrar un antiguo descubrimiento tallado en piedra que permaneció oculto durante más de dos milenios

En las tierras que antiguamente pertenecieron a los frigios, una civilización que dominó parte de la actual Turquía entre el 1200 y el 600 a.C., una inscripción tallada en piedra guardó durante siglos una revelación sorprendente. El tiempo y el deterioro mantuvieron su contenido en las sombras hasta hoy, cuando un descubrimiento reveló lo oculto.

El monumento Arslan Kaya, que en turco significa "roca del león", permitió a Mark Munn, profesor de historia y arqueología griega antigua de la Universidad Estatal de Pensilvania, encontrar la clave para descifrar un texto que generó debates durante más de cien años. La pieza arqueológica, decorada con leones y esfinges, escondía en sus deterioradas marcas el nombre de una deidad: Materan.

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La diosa madre de varias culturas

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La figura de Materan trascendió las fronteras de la antigua Frigia. Los griegos la llamaron "Madre de los Dioses", mientras que para los romanos fue "Magna Mater" o "Gran Madre". En su tierra de origen, los frigios la conocieron simplemente como "la Madre", según explicó Munn en su investigación publicada en la revista Kadmos.

El trabajo de desciframiento requirió un análisis minucioso de las marcas en la piedra por parte de los investigadores. "Todo depende de la calidad de la luz cuando se toman las fotografías", escribió Munn en su artículo. El investigador aprovechó una mañana de abril de 2024 cuando las condiciones de iluminación le permitieron captar detalles que permanecieron ocultos durante años.

Un descubrimiento que despierta debate

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El descubrimiento generó controversia.

El descubrimiento generó controversia.

El paso del tiempo y el daño causado por saqueadores complicaron la tarea de interpretación del mensaje. Los detalles estilísticos del monumento permitieron datarlo en la primera mitad del siglo VI a.C., una época en que la región podría haber estado bajo el control del reino de Lidia.

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La presencia del nombre de Materan en el monumento cobra sentido por la imagen de la diosa grabada en la piedra. Sin embargo, Rostyslav Oreshko, especialista en inscripciones frigias de la Escuela Práctica de Estudios Avanzados de Francia, puso en duda la originalidad del hallazgo. "El artículo de Munn no propone algo radicalmente nuevo sobre la inscripción, simplemente confirma la lectura", explicó el especialista, quien recordó que esta interpretación ya existía desde el siglo XIX.

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