Científicos del Conicet de Mendoza hallaron en los últimos días una novedosa especie de araña que se moviliza utilizando a hormigas como medio de transporte. El extraño ejemplar fue encontrado en la Reserva de Biósfera de Ñacuñán, en Santa Rosa.
Científicos del Conicet de Mendoza hallaron en los últimos días una novedosa especie de araña que se moviliza utilizando a hormigas como medio de transporte. El extraño ejemplar fue encontrado en la Reserva de Biósfera de Ñacuñán, en Santa Rosa.
Quien dio detalles de este descubrimiento fue Gabriel Pompozzi, investigador del Laboratorio de Entomología del Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (Iadiza), del Conicet y la UNCuyo.
La araña es una Attacobius Nigripes y esta actividad que realiza reveló, por primera vez, su asociación con las hormigas cortadoras.
La estrategia de montar sobre una hormiga es conocida científicamente como foresis. "Esta forma de vida tan particular hace que esta araña sea sumamente difícil de localizar, ya que habita dentro de hormigueros", explicaron desde el organismo de ciencia e investigación.
La investigación fue financiada por la Sociedad Aracnológica Estadounidense (American Arachnological Society) que otorgó un subsidio interesada en este tema del que se conocía muy poco por la especie de que se trata.
El investigador mendocino Gabriel Pompozzi contó que “hace muchos años que se están llevando a cabo estudios para conocer las arañas que habitan en la Reserva de Ñacuñán. Siempre que vamos, aparecen cosas nuevas y, en este caso, encontramos una especie que no había sido reportada en la provincia y que tenía muy pocos registros en el país, incluso en América Latina”.
También dijo el experto y autor del estudio: “Esta especie que encontramos en Mendoza es el registro más austral, no sólo de la especie, sino del género que se denomina Attacobius. La encontramos por casualidad en Ñacuñán: nuestro grupo estaba estudiando una especie de araña mirmecófaga, que se alimenta exclusivamente de hormigas, y siguiendo a esta araña en un hormiguero encontré una hormiga que llevaba una araña encima y ahí me di cuenta que era de esta especie".
El investigador aclaró que a pesar de los pocos estudios previos, aún se desconoce en gran medida el comportamiento específico de esta araña: "Se han estudiado otros organismos, como cucarachas, pseudoscorpiones y ácaros, que tienen movilidad reducida. Se sabe que estos organismos aprovechan a otros para dispersarse, es decir, para trasladarse grandes distancias".
“Las arañas se mueven muy rápido, tienen la capacidad de caminar y trepar por su cuenta, pero éstas, en particular, utilizan el comportamiento de subirse a las hormigas. Una hipótesis que manejamos es que lo hacen para trasladarse dentro de los hormigueros, entre cámaras de cría, hongueras o túneles. Estamos tratando de estudiar este comportamiento mediante experimentos y grabaciones para conocer más sobre cómo se suben a las hormigas, cómo se sostienen arriba de ellas, si las muerden con los colmillos o si se sostienen con estructuras de sus patas, y si pueden mantenerse en el vuelo de la hormiga. Otro aspecto, que podría ser el más importante, es que este comportamiento puede estar relacionado con la dispersión a grandes distancias, aprovechando el vuelo de la hormiga”, amplió Gabriel.
Pompozzi dijo también: “Siento orgullo y responsabilidad de poder estudiar estas especies novedosas que no se conocen a nivel mundial y acompañar, junto con Florencia Fernandez Campon investigadora del Iadiza y Julieta Ledda becaria doctoral, la tesis de grado de Martin Cabral. Y en lo personal, ser investigador del Conicet me da la posibilidad de realizar estas investigaciones, ya que generar conocimientos básicos es fundamental, porque desconocemos si en el futuro esta araña podría tener alguna utilidad en otros aspectos. Las arañas, en general, cumplen una gran cantidad de servicios ecosistémicos que son muy útiles para el bienestar humano. Por eso, sostengo que siempre es importante generar todo el conocimiento".
Gabriel Pompozzi es doctor en Biología, formado en la Universidad del Sur, en Bahía Blanca. Ingresó al Conicet Mendoza en 2021 con su línea investigativa basada en la diversidad y ecología de las arañas. Sus investigaciones las realiza en cultivos y ambientes naturales como la reserva de Ñacuñán. Tiene doctorados y posdoctorados en la citada universidad del Sur y en Uruguay.