Heracles o Hércules era en la mitología griega, una personificación de la fuerza. Fue considerado un dios protector de la honradez comercial, del suelo y de los ejércitos. Siendo así un personaje fascínate que inspiró valor y fuerza a lo largo de la historia. Ahora, a través de estudios en arqueología, los expertos confirman un episodio épico.
No obstante, lo que realmente ha capturado la atención de los expertos en arqueología es la representación de la captura del Toro de Creta, un episodio mitológico poco frecuente en el arte clásico. ¿De qué se trata este episodio?
¿Qué es lo revelador de esta pieza de la historia de la arqueología?
Hércules acabó con el Toro de Creta, un peligroso y feroz animal que provocaba desolación y muerte en Creta. El Toro de Creta era un hermoso animal cuyo sacrificio ritual había solicitado Poseidón al rey de Creta. Este prefirió sacrificar a otro animal, despertando por ello la ira del dios, que se vengó provocando la unión carnal de su mujer y el toro, y el consiguiente nacimiento del Minotauro. Hércules persiguió y venció al extraordinario animal, y lo llevó a Micenas.
La estatua de Hércules, conocida como el "Hércules de Valdelsa" cuenta con las siguientes características:
- mide unos 50 centímetros de altura
- presenta al héroe sosteniendo su característico garrote
- llevando la piel del león de Nemea, símbolos de su fuerza y valentía
Este episodio, aunque crucial en la mitología griega, rara vez se refleja en el arte clásico, lo que convierte a la estatua encontrada en Montaione en un hallazgo único.