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Una sola naranja al día es muy buena para la salud mental, según Harvard.
El estudio aprovechó una rica base de datos llamada Nurses' Health Study II (NHS2), que comenzó en 1989 con el objetivo de identificar factores de riesgo para enfermedades crónicas en mujeres. Esta investigación involucra a más de 100,000 enfermeras que proporcionan información detallada sobre su estilo de vida, dieta, uso de medicamentos y salud aproximadamente cada dos años.
Una parte única de la investigación consistió en que un subconjunto de participantes en el NHS2 proporcionó varias muestras de sus heces durante el transcurso de un año. Utilizando resultados de secuenciación de ADN de estas muestras, los investigadores buscaron vínculos entre el consumo de cítricos y especies particulares de bacterias en el microbioma intestinal.
Los especialistas de la Universidad de Harvard quisieron confirmar sus hallazgos en un estudio que involucrara a hombres. Recurrieron a una investigación similar, llamada Men's Lifestyle Validation Study, donde también observaron que el aumento de los niveles de F. prausnitzii se correlacionaba inversamente con las puntuaciones de riesgo de depresión.
Implicaciones futuras
Mehta expresó su entusiasmo por ver un ensayo clínico que demuestre definitivamente que comer cítricos puede reducir el riesgo de depresión, o incluso aliviar la condición en algunos casos. "Existe una gran necesidad insatisfecha de tratamientos para la depresión, y comer cítricos realmente no tiene efectos secundarios importantes, así que sería genial ver cuánto puede ayudar este tratamiento simple", señaló.
La naranja y otros cítricos podrían representar una estrategia accesible para la prevención de trastornos del estado de ánimo. Aunque los investigadores están apenas comenzando a entender los detalles específicos, este descubrimiento abre nuevas puertas para explorar la relación entre la dieta y la salud mental.
Hay evidencia abundante que sugiere un vínculo fuerte entre el intestino y el cerebro, lo que no sorprendió al equipo de investigación de la Universidad de Harvard. Sin embargo, no habían asociado previamente los cítricos con la salud cerebral antes de obtener estos resultados.
El F. prausnitzii, la bacteria cuya presencia aumenta con el consumo de cítricos, ya había sido vinculado a la buena salud de diversas maneras, como reducir el riesgo de desarrollar enfermedad inflamatoria intestinal. No obstante, Mehta no conocía una conexión entre F. prausnitzii y la salud mental antes de este estudio.