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Y es que, según destacan, la acumulación del detergente que queda en la esponja entre uso y uso hace propensa la aparición de bacterias y hongos, que proliferan al mezclarse los componentes químicos del detergente con el agua y en un mismo espacio. Además, también lleva a que el lavado sea menos eficiente y debas gastar más detergente, ya que una parte queda absorbido y acumulado en la esponja.
De esta manera, al colocar el detergente sobre la esponja directamente, no solamente las desventajas están en la proliferación de hongos, bacterias y residuos y en el desperdicio, sino además en la contaminación. Y es que, más allá de sus propiedades de limpieza para con los platos, los químicos presentes en el detergente resultan contaminantes para el medio ambiente (en exceso).
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Cómo lavar los platos correctamente con esponja y detergente
Para evitar la contaminación (en la esponja y en el medio ambiente) al momento de lavar los platos con detergente y esponjilla, la alternativa de los expertos para no verter el líquido directamente en la esponja es:
- Diluir el detergente en un recipiente con agua
- Remojar la esponja en esta mezcla antes de usarlo.
- Lavar los platos con la esponja remojada.
- Esto permitirá aprovechar mejor los productos, facilitar el enjuague y reducir los residuos en la esponja.