El estudio utilizó a 608 jóvenes adultos, y estuvo separado en 5 etapas. En las cuatro primeras, los sujetos le dieron a los científicos fotos suyas, tanto en poses naturales como en poses que expresan dominación o subyugación. En el quinto estudio, en tanto, fueron invitados al laboratorio para ser analizados en persona.
Las conclusiones de un estudio importante
Durante las diferentes etapas, los científicos notaron que quienes mantenían una postura erguida o expansiva en todo momento obtuvieron puntajes muy altos en algunas características de personalidad como "psicopatía, manipulación, competitividad y creencia en la existencia de jerarquías sociales", lo que los impulsa a intentar sacar ventaja por sobre los demás, transformándolos en manipuladores.
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El estudio llegó a conclusiones claras sobre la postura de las personas.
Es por eso que no hay que preocuparse si una persona tiene una postura erguida o expansiva de vez en cuando, sino cuando está siempre parado de la misma manera, sin importar en qué situación social se encuentra. Quienes no tienen tendencia a buscar el poder o a manipular a los demás siempre varían de postura, de acuerdo a lo que la situación requiera.
Si bien los resultados del estudio fueron concluyentes, esto no significa que haya que sospechar que una persona es manipuladora sólo por su manera de pararse, pero sí hay que tomarlo en cuenta y compararlo con los demás datos que poseemos de ese individuo.