Cuando se trata de preservar los alimentos, muchas personas recurren al refrigerador como una solución universal. Sin embargo, no todos los productos se benefician del frío. Según expertos en alimentación saludable, ciertos alimentos pueden perder su sabor, textura e incluso sus propiedades nutritivas cuando se almacenan en la heladera.
Estos son los 4 alimentos que jamás debes poner en la heladera, según un experto
Los alimentos que deberías mantener fuera de la heladera
Según la experta en tecnología de los alimentos Amparo Gamero, profesora colaboradora del máster de Alimentación Saludable y Sostenible de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC); la necesidad de alargar la vida útil de los alimentos hace que muchas veces lo guardemos en la heladera sin pensar si realmente es necesario.
Por eso, debes evitar poner estos cuatro alimentos en la heladera si lo que deseas es que duren más
1. Los tomates
Guardar tomates en la heladera puede parecer una forma de mantenerlos frescos, pero el frío altera su textura y detiene el proceso de maduración, crucial para realzar su sabor. El frío rompe las membranas internas del tomate, lo que resulta en una consistencia harinosa y una pérdida significativa de sabor. Para disfrutar de su mejor calidad, almacénalos en un lugar fresco y seco.
2. Las papas
Las papas también sufren con el frío. Las bajas temperaturas convierten el almidón de las papas en azúcar más rápidamente, lo que afecta su sabor y las hace más propensas a desarrollar una textura granulosa al cocinarse. La mejor forma de guardarlas es en un lugar oscuro, fresco y bien ventilado.
3. Las cebollas
Las cebollas necesitan ventilación para mantenerse frescas. Guardarlas en la nevera puede provocar que absorban humedad, volviéndose blandas y susceptibles al moho. Guárdalas en una despensa o en una bolsa de malla para una mayor durabilidad.
4. El pan
Algunas personas guardan el pan en la heladera para que dure más tiempo, este hábito puede ser contraproducente. El refrigerador acelera el proceso de retrogradación del almidón, lo que hace que el pan se endurezca más rápido. Es mejor conservarlo a temperatura ambiente en un recipiente hermético y, si necesitas prolongar su vida útil, congelarlo es una mejor alternativa.
El equilibrio entre conservación y calidad
Conocer las necesidades específicas de cada alimento es clave para aprovecharlos al máximo. Mantenerlos fuera del refrigerador no solo ayuda a conservar su calidad, sino que también evita el desperdicio. La próxima vez que organices tu cocina, recuerda estos consejos y asegúrate de darles a tus alimentos el cuidado que merecen.