Vuelta a clases

En medio de la vigilia por el UPD, Seguridad desactivó 9 fiestas con venta de entradas y de alcohol

Este lunes, las escuelas esperaron a los estudiantes del secundario del último año con un desayuno en el que participaron los padres

El Ministerio de Seguridad desactivó 9 fiestas que se realizaron en medio de lo que se conoce como el Último Primer Día, que es el ritual por el que los alumnos de quinto y sexto año se reúnen a celebrar en la previa del comienzo de clases. Hubo otros eventos privados en domicilios que también fueron inspeccionados, pero no arrojaron irregularidades.

De acuerdo al reporte de Diversión Nocturna se recibieron aproximadamente 20 llamados al 0800, que derivaron en el cese de 9 actividades en toda la provincia, de los cuales 8 ocurrieron en el Gran Mendoza, con una concurrencia total estimada de 1.500 personas.

El balance de los controles en el Último Primer Día

  • Zona Gran Mendoza: se deshabilitaron 8 eventos donde había presencia de alcohol, y venta de entradas.
  • Zona Este: se identificaron cuatro eventos, tres en domicilios particulares a cargo de padres sin alcohol ni venta de entradas y el otro no se desarrolló. Donde no se realiza el cese ni acta por no existir infracción a la ley 8296. Un evento fue desactivado al constatarse la venta de alcohol y entradas.
  • Zona Sur: se identificaron dos eventos en domicilios particulares bajo condiciones similares, sin infracciones a la ley 8296.
  • Zona Valle de Uco: se detectaron tres eventos en domicilios particulares con supervisión de padres, sin irregularidades.
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    Diversión Noctura realizó operativos durante la vigilia del Último Primer Día y desactivó 9 fiestas.

    Diversión Noctura realizó operativos durante la vigilia del Último Primer Día y desactivó 9 fiestas.

Desayuno con padres y docentes tras el Último Primer Día

Las escuelas junto a la Dirección de Acompañamiento Escolar (DAE) programaron un desayuno para recibir a los alumnos, tras el Último Primer Día.

Como ya estaba planificado, docentes y directivos los esperaron con algunos preparativos y los padres terminaron de llevar café y algo para comer para esta actividad que se promovió como un espacio de reflexión.

La tradición es que los jóvenes vayan directo a la escuela, después de haber estado en una fiesta, donde generalmente hay consumo de alcohol y otros excesos.

Algunas terminaron temprano, a la 1 de la madrugada, según refirieron algunos directores.