Plaga en todo el país

El veterinario Ignacio Celedón aseguró que la caza de las hembras de jabalí es clave para controlar la plaga

El caso del puestero muerto por un ataque de jabalí causó preocupación. En Mendoza, la caza del chancho salvaje está permitida por ser considerado "dañino"

Por UNO

El veterinario Ignacio Celedón, especialista en Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, aseguró que los gobiernos deberían “premiar” la caza de jabalíes hembras para avanzar en el control de la especie, que hoy se ha transformado en una plaga en todo el país.

La preocupación por la aparición de este tipo de animales en Mendoza se acrecentó esta semana por la muerte de un puestero del Carrizal, Luján de Cuyo, a causa del brutal ataque de un jabalí, o chancho salvaje.

El veterinario, entrevistado por Radio Nihuil, afirmó que la “caza de jabalí tiene que ser libre todo el año y sin límite de piezas” y que, para ello, la opción más novedosa son las trampas de red, que permiten cazar la piara, generalmente conformada por hembras y crías.

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Diego Iván Cortez (49) murió por un brutal ataque de un jabalí en El Carrizal.

Diego Iván Cortez (49) murió por un brutal ataque de un jabalí en El Carrizal.

En Mendoza, la caza del jabalí está permitida, al igual que la de otras tres especies, por ser consideradas “exóticas invasoras; dañinas y perjudiciales”.

El chancho jabalí, una plaga que crece y que se puede comer

“Es una población que va en aumento, por lo que el problema también. Es tan grave que el chancho salvaje (el jabalí puro ya casi no existe en el país) está apareciendo en zonas en las que antes no había”, advirtió el veterinario Ignacio Celedón, estudioso de la especie.

Como expresó el especialista, en Argentina abunda el “sus scroffa”, llamado chancho salvaje o chancho jabalí. “Tiene una cría más grande que el jabalí puro y puede tener hasta 28 cachorros al año (en dos pariciones)”, explicó Celedón. De ahí la facilidad de propagación de la especie.

Las zonas más críticas son Córdoba, Entre Ríos, Buenos Aires, pero la expansión del animal asoma en todo el país.

En Argentina se han encontrado chanchos salvajes de 270 kilos

El chancho salvaje es incluso más grande y agresivo que un jabalí. Así como este puede pesar unos 110 kilos, el chancho macho puede llegar a pesar 150 o 160 kilos; y hasta se han encontrado en Argentina animales de 270 kilos.

También tiene colmillos, pero no tan grandes. “Los empezó a desarrollar para sobrevivir” y es peligroso, informó el veterinario.

Así como el jabalí, el chancho salvaje es una pieza de caza y cuenta con las mismas propiedades de consumo: “Lo que cambia es la característica de la carne, por el tipo de alimentación, según dónde se lo cace. No es lo mismo el de la pampa húmeda, que come cereales, al de la Bahía de Samborombón, que come cangrejos, o al que aparece en Mendoza o en las sierras de Córdoba”.

El cuidado que se debe tener es con la posibilidad de triquinosis, enfermedad parasitaria que se produce al comer carne cruda o poco cocida de animales infectados por el parásito trichinella: “Cuando se va a comer un animal cazado, como el jabalí o el chancho salvaje, hay que hacerle el análisis de triquinosis sí o sí. Es la única manera de saber si es seguro. Cocinándolo no se elimina el parásito si no está cocida la carne a más de 80 grados al centro”.

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Comer carne de jabalí en diferentes preparaciones es habitual en zonas patagónicas como Bariloche.

Comer carne de jabalí en diferentes preparaciones es habitual en zonas patagónicas como Bariloche.

Uno de los principales problemas es que los jabalíes o chanchos salvajes son omnívoros, por lo que se adaptan a cualquier zona y comen de todo.

La preocupación principal para los humanos, especialmente a partir del caso del puestero del Carrizal, es si atacan. Según estudió Celedón, “el jabalí ataca si se siente amenazado; pero prefiere huir”. Quienes sí son “muy malas” son las hembras con crías. En esos casos, el consejo es “dejarla escapar”.

La caza del jabalí, permitida en Mendoza

Para cazar jabalíes o chanchos salvajes, Celedón cuenta que existen varios tipos de trampas: “Una con puerta, de hierro y más difícil de mover; y modelos nuevos de red, que no tienen puerta”. Estas últimas, preferidas por el veterinario, son ideales para la caza en piara: “El animal levanta la red, entra a comer y queda atrapado porque de adentro no se puede levantar. Otros ven que tiene comida, y lo siguen”.

La caza con trampas, dice, es la manera de atraer a las hembras: “Así se caza la materia prima y podemos llegar a controlar la especie”.

Pero la regulación de la actividad depende de las provincias y los municipios. En Mendoza, la resolución vigente señala que está permitida “sin límite” la de chancho jabalí, conejo silvestre, liebre europea y ciervo colorado, con “arma de fuego y arco”.

En cambio, está prohibida “la cacería con perros, en todo el ámbito provincial”.

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Jabalí cazado por dogos. Imagen: Club de caza.

Jabalí cazado por dogos. Imagen: Club de caza.

En otras jurisdicciones, la caza de jabalí se hace con dogos u otros perros grandes de mezcla de raza. “Se largan primero otros tipos de perros que los buscan y el dogo es el que da la estocada final”, cuenta Celedón. Para eso, advierte, el animal tiene que estar bien preparado.

El armero Jorge Cascarano contó, también en Nihuil, que los calibres de arma larga que generalmente se utilizan en caza mayor en la Argentina son “los .30, que eso engloba al 7.62, al 30.06 Springfield, al 300 Winchester Magnum y también al 7.65, que es un .311”.

No solo se utilizan para la caza de jabalí sino también para la de ciervo colorado, que también es un animal de gran porte.

Para poder acceder a un arma de las mencionadas, “se necesita la credencial de legítimo usuario y la tenencia correspondiente” y su precio arranca en los $2 millones.

Cascarano coincide con Celedón. Para él, “la única manera de controlar al jabalí es la cacería”.

Y en Mendoza se encuentran desperdigados por casi todo el territorio, Rivadavia, Santa Rosa, General Alvear, El Carrizal. “Esto sucede porque el jabalí tiene una capacidad de adaptación muy grande”, dijo.

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