La temporada de resfríos trae consigo días de malestar, tos y dolores que obligan a muchas personas a refugiarse bajo las mantas mientras luchan contra la infección estacional. Si bien la mayoría de los pacientes se recupera en aproximadamente una semana, existe un gran interés en la ciencia por encontrar formas de acelerar este proceso.
"Si la gente quiere tomar vitamina C, está bien hacerlo, pero no hay evidencia que conozca de que tenga algún beneficio para la gripe", explicó el Dr. Timothy Brewer, profesor de medicina y epidemiología de UCLA.
Los expertos en salud señalan que, aunque el mercado está repleto de productos que prometen aliviar los síntomas, muchos carecen de respaldo científico que demuestre su eficacia real para tratar la infección.
Qué funciona para terminar antes con los resfríos
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Hay antivirales que son efectivos para acortar los resfriados.
La principal herramienta para reducir la duración de una infección por gripe son los medicamentos antivirales, diseñados específicamente para combatir las infecciones virales. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó cuatro antivirales para tratar la influenza:
Tamiflu (oseltamivir)
Relenza (zanamivir)
Rapivab (peramivir)
Xofluza (baloxavir)
El Tamiflu se destaca como el antiviral más conocido. Este medicamento recetado actúa bloqueando una enzima que permite que los virus de la gripe se multipliquen en el cuerpo. Las investigaciones clínicas prueban que, al comenzar el tratamiento durante los primeros dos días de síntomas, el tiempo de recuperación se reduce aproximadamente 24 horas.
Lo que la ciencia descarta
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Los remedios caseros no funcionan, según la ciencia.
Los estudios científicos analizaron otros productos populares como la vitamina C, el zinc o la equinácea. Sin embargo, las investigaciones no encontraron evidencia suficiente que respalde su capacidad para acortar la duración de la infección o aliviar los síntomas de la gripe.
Los medicamentos como el acetaminofén o el ibuprofeno ayudan a controlar el dolor y la fiebre, pero no atacan la causa de la infección. La miel demostró ser efectiva para tratar la tos, aunque está contraindicada en niños menores de un año por el riesgo de botulismo infantil.
La vacuna contra la gripe, si bien reduce la gravedad de los síntomas, no acorta la duración de la infección una vez contraída. Los especialistas recomiendan aplicarla en septiembre u octubre, antes del inicio de la temporada, ya que el sistema inmunológico tarda aproximadamente 14 días en desarrollar una respuesta completa.
