El baño, un espacio de aseo personal, puede verse afectado estéticamente por la presencia de sarro. Este residuo de color blanco se adhiere a distintas superficies, especialmente a la ducha, formando una capa que luego puede acumular bacterias. De acuerdo a expertos, existe un truco infalible para para dejar el cabezal brillante, como recién comprado.
Con este truco efectivo dejarás tu ducha como recién comprada.
Especialistas en el tema explican que el sarro acumulado en la ducha y en otros sectores del baño se origina a partir de los minerales como el calcio y el magnesio que trae el agua. Al utilizar esta grifería para ducharnos, el agua se evapora y deja adheridos los minerales, formando una capa blanca que altera el brillo del cabezal.
Por suerte, los expertos de Sodimac nos enseñan un truco para quitar el sarro sin esfuerzo, utilizando un ingrediente que todos tenemos en casa: vinagre. Este agente sirve para remover depósitos minerales gracias a la reacción natural generada por su acidez. Por ello, simplemente combinándolo con agua, lograremos dejar la regadera reluciente.
Truco casero para quitar el sarro de la ducha
Para esta tarea hogareña necesitaremos de vinagre, un bowl o recipiente y un cepillo de dientes viejo. El primer paso consistirá en remover el cabezal. Para ello tendrás que desconectar desde el flexible la cabeza de la ducha y sacudir para quitar el exceso de agua que pueda tener.
Después, en el recipiente, colocar la regadera hacia abajo y agregar en iguales proporciones agua y vinagre hasta cubrir el cabezal. Si notas que contiene mucho sarro y los agujeros por donde debería pasar el agua están tapados, será mejor que trabajes solamente con vinagre, sin añadir agua al recipiente. Dejar reposar durante 24 horas.
Transcurrido el tiempo, con el cepillo de dientes debes frotar todo el cabezal para remover el sarro. Notarás cómo las manchas blancas salen fácilmente gracias al accionar del vinagre. A continuación, con un escarbadientes o una aguja remover el sarro de los orificios de la ducha.
Finalmente, enjuagar con agua y volver a refregar con el cepillo para concluir con el truco casero. Luego de esto, secar con un papel de cocina o servilleta y colocar el cabezal para utilizarlo con total normalidad. Este método debe replicarse cada un mes, para que el sarro no se acumule y dañe la ducha.