- Exceso de sol: Si las hojas tienen un aspecto tostado, tu planta podría estar recibiendo demasiada luz directa. Para solucionarlo, coloca tu kentia en un lugar con luz filtrada, idealmente detrás de una cortina fina. Las kentias más jóvenes son especialmente sensibles, por lo que se recomienda mantenerlas en semisombra.
- Falta de agua: La deshidratación es otro motivo común. Asegúrate de regar cada 2-4 días dependiendo de la estación y de que el sustrato se mantenga húmedo pero no encharcado. En verano, considera un riego por inmersión semanal para hidratarla por completo.
- Aire seco: La humedad es crucial para la salud de la kentia. Usa un humidificador, pulveriza agua sobre sus hojas o coloca un plato con piedras y agua cerca de la planta.
Trucos para cuidar la palmera kentia.jpg
Estos problemas tienen solución si actúas rápidamente y proporcionas las condiciones adecuadas. Además, cortar las hojas marrones puede ayudar a revitalizar el aspecto de la planta.
Consejos adicionales para mantener tu kentia siempre sana
Si quieres prevenir problemas y disfrutar de una kentia siempre verde y vibrante, sigue estos consejos:
- Abona regularmente:
- Fertiliza una vez al mes durante el verano con productos específicos para plantas verdes.
- Evita el fertilizante en invierno, ya que la planta estará en reposo.
- Asegura el espacio necesario:
- Coloca tu kentia en un lugar amplio para evitar el roce con paredes, objetos o personas.
- Controla las plagas:
- Observa las hojas en busca de telarañas; podrían indicar la presencia de araña roja. Aumenta la humedad y utiliza insecticidas naturales si es necesario.