Qué incómodo e inoportuno es el momento en el que estamos con ganas de comer y hay que abrir una lata, pero no tenemos a mano, justamente, un abrelatas. Miles de personas han pasado (y pasan) por esta particular situación, pero la buena noticia es que hay una solución casera que está buenísima y sirve para toda la vida. Acá te contamos el truco para abrir una lata sin abrelatas que, seguramente, terminarás recomendando a amigos y familiares.