¡Para desconectase de todo!

El soñado pueblito de montaña, a orillas de un lago y sin energía eléctrica: cómo llegar

Villa Meliquina, su lago y sus montañas son un paraíso escondido camino a la ruta de los Siete Lagos. Un impactante destino de relax.

Si el paraíso terrenal existiese, sin duda alguna se parecería a este tranquilo pueblito de montaña ubicado en la Patagonia argentina y que atrapa a cualquiera por su lago cristalino, sus pintorescas casas y la desconexión plena que ofrece. Porque el sitio no cuenta con energía eléctrica tampoco.

Se trata de Villa Meliquina, un armonioso poblado ubicado en la provincia de Neuquén, a 40 kilómetros de la popular San Martín de los Andes. Al igual que todos los paisajes de la ruta de los Siete Lagos, la imponencia de sus postales es abrumadora, sobre todo por la manera en que la naturaleza combina los picos de montaña, los grandes y centenarios árboles y los inmensos lagos donde se combina el verde, el azul y lo cristalino. Pero el caso de Meliquina es distinto, porque esta ciudad patagónica ofrece -además- un silencio único.

Lago montaña Villa Meliquina 3.jpg

Así es Villa Meliquina, el paraíso argentino donde viven 300 personas a orillas de un lago y de la montaña

Villa Meliquina se encuentra sobre la ruta 63 de Argentina, desviándose apenas unos kilómetros hacia el este de la mítica 40, aquella que atraviesa y recorre Argentina de norte a sur y que se combina con la Panamericana hasta llegar a Alaska (Estados Unidos). Si bien se encuentra un poco apartada de la ruta de los Siete Lagos propiamente dicha, adentrarse en este paraíso es una decisión que vale la pena.

TE PUEDE INTERESAR: El hotel de montaña más famoso del mundo, visitado por miles y donde nadie puede alojarse

Meliquina es una palabra de origen mapuche (pueblo originario de toda esa región) y significa "cuatro rincones". En el pueblo las construcciones son por demás simples, pero ello no le quita lujo y esplendor. De forma fija, en este paraíso en medio de la montaña y rodeado por el lago Meliquina (de allí su nombre) viven de forma fija y estable 300 personas. Pero cada año recibe miles de visitantes.

Lago montaña Villa Meliquina 2.jpg

Su crecimiento demográfico y como destino turístico se dio a partir 1977, cuando el lugar dejó de ser una estancia de paso entre quienes vinculaban vía terrestre las ciudades de Bariloche (Río Negro) y San Martín de los Andes (Neuquén). Allí comenzó a crecer como pueblo, pero no fue hasta 1998 -cuando se asfaltó la mencionada Ruta de los Siete Lagos- que no tuvo su gran impulso.

TE PUEDE INTERESAR: El bosque sumergido en un lago que se puede visitar en medio de la montaña argentina

Desconexión total: el pueblo de montaña que no tiene energía eléctrica

Los primeros pobladores de Villa Meliquina, el pueblito soñado entre montañas y rodeado de un lago en la Patagonia argentina, fueron personas que llegaron a instalarse en el lugar escapando del ruido y la vorágine frenética de Buenos Aires, Córdoba, La Plata y Rosario; todas grandes ciudades argentinas. Así fueron levantándose las primeras casas, mientras que algo que mantiene Villa Meliquina desde sus inicios es que no cuenta con energía eléctrica. Por ello es que en el pueblo hay paneles solares e infraestructura para desarrollar energía solar y eólica.

Lago montaña Villa Meliquina 1.jpg

Además, cuenta con internet y servicio de telefonía inalámbrica y por medio de banda ancha (con Wifi gratuito para quienes llegan al lugar), aunque el servicio es bastante irregular. A ello se suma una sala de primeros auxilios y una única escuela de nivel primario, todo entre la montaña y el lago.

TE PUEDE INTERESAR: El paradisíaco lago de dos colores que separa a Argentina y Chile y se puede navegar

Qué se puede hacer en Villa Meliquina, el paraíso del lago entre montañas

En cuanto a las actividades que se pueden realizar, se destacan todas aquellas lacustres (referidas al lago) como pesca, kayak, windsurf y kitesurf, a las que se suman el senderismo y ciclismo de montaña. Además, Villa Meliquina cuenta con 3 miradores que se pueden recorrer y disfrutar, además del paseo Sendero del Chucao, que permite conocer la fauna y flora autóctonas.

Temas relacionados: