Con este truco fácil, es posible recalentar tus alimentos fritos favoritos sin perder esa textura crujiente que tanto gusta. Solo necesitas unos pocos pasos para que las frituras queden como recién hechos
Los alimentos fritos, como los aros de cebolla, papas fritas, las croquetas caseras, los nuggets de pollo o cualquier otra preparación frita, son populares no solo por su delicioso sabor, sino también por su exterior dorado y crujiente. Con este truco, se puede conservar esa textura única y disfrutar nuevamente de unas frituras que parecen recién salidas de la sartén.
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Con este simple truco y una sartén antiadherente a fuego bajo o un horno precalentado, devolverle la textura ideal a los alimentos fritos ya no es una tarea imposible. El secreto está en no superponer las piezas y dejarlas bien separadas para obtener un dorado perfecto. Te contamos cómo hacerlo.
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Para este truco basta con seguir el siguiente proceso:
Para recalentar grandes cantidades de alimentos fritos y mantener su textura crujiente, el horno es ideal. Primero, precalienta a temperatura máxima durante 15 minutos y prepara una plancha de metal antiadherente con un poco de aceite. Coloca las piezas separadas y, tras reducir la temperatura a 180ºC, hornéalas. A los 10 minutos, gíralas para que se doren uniformemente y, antes de servir, escurre sobre papel absorbente.