Turismo

El pueblo que fue "tragado" por el agua: Villa Epecuén, el destino turístico que nunca logró recuperarse

Fundada en 1921, Villa Epecuén se hizo famosa por sus aguas termales y en el '85 una inundación dejó al pueblo bajo el agua provocando una verdadera catástrofe de la que jamás se recuperó

En 1985 una inundación sumergió por completo al pueblo, obligando a evacuar a los 1.500 habitantes del pueblo. Llegó a ser uno de los destinos turísticos más destacados del oeste bonaerense, atrayendo hasta 25 mil visitantes durante las temporadas de verano.

Villa Epecuén fue fundada en 1921 a orillas del lago del mismo nombre. Esta localidad tomó importancia y se hizo famosa por la alta salinidad de sus aguas, comparable a las del Mar Muerto, en Israel, y por sus reconocidas aguas termales. Esta característica le dio un fuerte impulsó turístico y gran interés medicinal en la región, donde hoy funcionan las Termas de Carhué, ubicadas a solo ocho kilómetros de la villa.

Con la llegada de los ferrocarriles -el Ferrocarril Oeste (actual línea Sarmiento) hasta la estación Lago Epecuén, y el Midland y el Sud hasta Carhué- el acceso se facilitó notablemente y promovió el crecimiento de Villa Epecuén. Con el tiempo, este lugar se consolidó como uno de los centros turísticos más importantes de la provincia de Buenos Aires.

La época dorada de Epecuén

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El Lago Epecuén fue uno de los lugares elegidos por el turismo bonaerense en la temporada veraniega

El Lago Epecuén fue uno de los lugares elegidos por el turismo bonaerense en la temporada veraniega

Hacia la década del '70, la población estable de Epecuén alcanzaba las 1.200 personas y el pueblo contaba entonces con seis mil plazas hoteleras y 250 negocios. En su época dorada, la villa recibía a miles de turistas cada verano, quienes disfrutaban tanto del lago como de las actividades termales.

El auge de este pintoresco pueblo como destino turístico avanzó exitosamente, hasta que el 10 de noviembre de 1985 llegó lo inesperado: una fuerte crecida de la laguna, agravada por las intensas inundaciones que afectaban a la provincia de Buenos Aires, provocó la ruptura del terraplén de cuatro metros que protegía al pueblo. El resultado fue catastrófico ya que las aguas invadieron el pueblo por completo.

La destrucción fue devastadora: Villa Epecuén quedó arrasado y la evacuación de sus habitantes se extendió durante 15 días, y curiosamente no hubo víctimas fatales. Incluso, los féretros del cementerio tuvieron que ser trasladados a Carhué, ubicada a ocho kilómetros.

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Villa Epecuén quedó bajo el agua tras la inundación de 1985 obligando a sus habitantes a bandonar el pueblo

Villa Epecuén quedó bajo el agua tras la inundación de 1985 obligando a sus habitantes a bandonar el pueblo

Sólo dos años después, la inundación alcanzó su punto máximo, dejando a Epecuén completamente sumergida bajo las aguas dejando un panorama desolador.

Hasta 1993, el pueblo permaneció siete metros bajo el agua. Con el tiempo, las autoridades implementaron obras aluvionales para evitar el ingreso de más caudales a la laguna, lo que permitió que el nivel del agua comenzara a disminuir lentamente. Para 2010, todavía quedaban algunas zonas de Villa Epecuén inundadas, y en la actualidad, las ruinas del pueblo pueden ser visitadas.

Epecuén, sede de safaris fotográficos y musicales

Los paisajes desolados que dejó la tragedia de Epecuén se han convertido en un atractivo para fotógrafos, quienes llegan hasta este pueblo fantasma a realizar safaris fotográficos. Además, es un destino educativo para estudiantes de fotografía. También algunas bandas de rock han utilizado las ruinas para realizar recitales a través de plataformas digitales.

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El Indio Solari fue uno de las figuras del rock nacional para realizar conciertos transmitidos en plataformas digitales

El Indio Solari fue uno de las figuras del rock nacional para realizar conciertos transmitidos en plataformas digitales

Entre las ruinas más populares de Epecuén se pueden mecionar el antiguo matadero, el cementerio y las viviendas que alguna vez albergaron a los residentes. También es posible distinguir el trazado de las calles que organizaban el pueblo.

Curiosamente, de los 1.500 habitantes que habitaban en Villa Epecuén al momento de la inundación, solo uno regresó con frecuencia. Pablo Novak, nacido en 1930, visitó repetidamente las ruinas desde su hogar, manteniendo vivo el recuerdo de lo que fue Epecuén. Novak falleció en enero de 2024, transformándose en uno de los guardianes del legado de Epecuén.

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