Jardinería

El fertilizante orgánico que es oro en polvo para todas las plantas de tu casa

Los restos que solemos descartar pueden convertirse en un valioso fertilizante natural para árboles frutales. Un proyecto sustentable que nace desde la propia cocina

La basura de algunos puede ser el tesoro de otros. Este máximo cobra especial sentido cuando hablamos de los huesos de pollo, esos restos que habitualmente terminan en el cesto de residuos después de una comida familiar. Pero existe una alternativa más verde y productiva, convertirlos en fertilizante orgánico.

Abono casero para huertos orgánicos hecho con un ingrediente de cocina.jpg

La harina de huesos se destaca entre los fertilizantes naturales por su alto contenido de fósforo y calcio. Estos minerales resultan fundamentales para el desarrollo de los árboles frutales, especialmente durante la etapa de floración y fructificación.

Los jardineros expertos reconocen su potencial como fertilizante natural desde hace décadas. El proceso de elaboración, aunque requiere tiempo y paciencia, permite aprovechar recursos que de otro modo terminarían descartados. El resultado es un producto completamente orgánico que mejora la calidad del suelo y fortalece las raíces de las plantas.

Fertilizante orgánico: cómo hacerlo en casa

La preparación de harina de huesos casera requiere materiales simples que todos tenemos en casa. Los huesos de pollo deben limpiarse meticulosamente, eliminando cualquier resto de carne o cartílago. El proceso continúa con un secado que puede realizarse al sol o en horno a temperatura baja.

TE PUEDE INTERESAR: El fertilizante casero que es oro puro para aplicar al limonero y se hace con un desecho vegetal

Fertilizante casero, la forma casera de hacerlo con algo que seguro desechas.jpg

La clave está en la paciencia: los huesos necesitan secarse por completo antes de ser procesados. Una vez secos, se trituran hasta conseguir un polvo fino que puede esparcirse directamente en la tierra alrededor de los árboles frutales. Los resultados se aprecian especialmente durante la temporada de floración, cuando las plantas demandan mayor cantidad de nutrientes.

La aplicación debe realizarse cada dos meses, incorporando el polvo suavemente en la tierra que rodea la base del árbol. Esta frecuencia permite mantener un suministro constante de nutrientes sin riesgo de sobrefertilización.