Los árboles frutales necesitan una combinación precisa de nutrientes para desarrollarse de manera óptima. Entre ellos, el nitrógeno ocupa un lugar central, favorece el crecimiento de hojas nuevas y fortalece el desarrollo general de la planta.
La mayoría de los fertilizantes son ricos en potasio y en fósforo, elementos que ayudan a la floración y fructificación. Sin embargo, una fórmula basada en cerveza aporta el nitrógeno faltante y completa los tres macronutrientes necesarios para un desarrollo integral.
Cómo hacer el fertilizante casero con cerveza
La preparación de este año requiere solo dos ingredientes:
- 6 litros de agua
- 600 mililitros de cerveza tostada sin alcohol
El proceso es muy sencillo: se mezclan ambos líquidos en un recipiente grande y se agita hasta lograr una combinación homogénea. La aplicación debe realizarse directamente sobre la tierra que rodea al árbol, una vez por semana durante la primavera y el verano. En otoño e invierno, basta con una aplicación mensual.
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La cerveza sin alcohol aporta levaduras y minerales que estimulan la actividad microbiana del suelo. Esta vida microscópica resulta fundamental para que las raíces absorban mejor los nutrientes disponibles. El agua actúa como vehículo y asegura una distribución pareja del preparado.
A diferencia de otros fertilizantes caseros, esta fórmula evita el uso de productos fermentados que pueden atraer plagas o generar olores desagradables. Su preparación lleva apenas minutos y los resultados comienzan a notarse tras las primeras aplicaciones.
Las levaduras presentes en la cerveza contienen aminoácidos y vitaminas del complejo B que fortalecen las defensas naturales de los árboles frutales. Esta característica cobra especial relevancia en épocas de floración y fructificación, cuando las plantas necesitan recursos extra para completar su ciclo productivo.
