Este invento, tan inesperado como trascendental y transformó por completo el rumbo de la medicina. Esta historia comienza 1938, cuando Alexander Fleming, un bacteriólogo poco reconocido en ese momento, descubrió por azar un moho que contenía una poderosa sustancia capaz de destruir bacterias. Te contamos sobre como nació el primer antibiótico, la penicilina, y la trascendencia que este hallazgo tiene para la humanidad.
En 1928, Alexander Fleming realizó un descubrimiento que cambiaría la historia de la medicina. Antes de irse de vacaciones, Fleming había dejado algunos cultivos de bacterias estafilococos en su laboratorio. Al regresar, notó algo peculiar en su historia de investigación. Los cultivos habían sido contaminados por un hongo, y a su alrededor, las bacterias habían sido destruidas, lo que le dio la pista sobre su hallazgo.
Al investigar más a fondo, Fleming descubrió que este hongo estaba produciendo una sustancia que mataba a las bacterias. A través de más estudios, comprobó que esa sustancia era capaz de destruir bacterias causantes de muchas enfermedades, lo que transformó la historia de la medicina. Este descubrimiento se identificó como penicilina, y aunque inicialmente se refería a ella como "jugo de moho", más tarde le dio el nombre que hoy conocemos.
La penicilina marcó el comienzo de una nueva era en la medicina, transformando el tratamiento de infecciones y salvando innumerables vidas. Antes de su descubrimiento, las infecciones bacterianas eran una de las principales causas de muerte en todo el mundo. La penicilina permitió tratar con éxito infecciones que antes eran mortales, como la:
Hoy en día, los antibióticos son medicamentos fundamentales en la medicina, ya que se encargan de eliminar las infecciones causadas por bacterias. Si no se tratan, estas infecciones pueden provocar complicaciones graves o incluso la muerte. Además, los antibióticos son esenciales en intervenciones médicas como cirugías, tratamientos oncológicos y trasplantes, donde las infecciones son un riesgo considerable.