Hasta hace pocos años, se creía que la primera pieza figurativa era una pintura rupestre hallada en la Cueva de Lasacaux, Francia, que tenía una antigüedad de 21 mil años. Pero un nuevo descubrimiento reescribe la historia humana por varios milenios.
El descubrimiento que sorprendió a la arqueología
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El descubrimiento se realizó en Indonesia.
En el 2019, arqueólogos que trabajaban en las cuevas de Leang-Leang hallaron cientos de pinturas rupestres, algunas de las cuales contaban historias de figuras humanas interactuando con jabalíes y búfalos. En ese momento, los análisis indicaron que estas pinturas tenían 43.900 años de antigüedad.
La investigación no acabó allí, ya que nuevos trabajos en el lugar vuelven a reescribir la historia de la humanidad, al descubrir que el arte hallado en esas cuevas es aún más antiguo.
Adam Brumm, coautor del nuevo estudio, destacó que "contar historias es una parte muy importante de la evolución humana y posiblemente incluso ayude a explicar nuestro éxito como especie. Pero encontrar evidencia de ello en el arte, especialmente en el arte rupestre temprano, es excepcionalmente raro".
Una técnica novedosa
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La nueva técnica permitió datar con más precisión el arte rupestre.
La nueva técnica utilizada fue la de imágenes de series de uranio por ablación láser, que utiliza muestras de calcita de sólo 44 micrones de largo para determinar la distribución de edades de la calcita en las paredes de la cueva.
"Realmente cambia la forma en que fechamos los registros y también se puede aplicar a otros registros", explicó otro autor del estudio, Renaud Joannes-Boyau. Anteriormente se había utilizado la datación de carbono para determinar la edad del arte figurativo.
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Con esta nueva técnica se descubrió que las imágenes que ya se conocían tenían 48 mil años de antigüedad -4 mil años más que lo que se creía antes-, y además se encontró un dibujo de un jabalí en una cueva de Leang Karampuang de 51.200 años atrás.
Si bien no toda la comunidad arqueológica está de acuerdo con que estas imágenes relataban historias, el equipo mantiene que sí, y hasta aventura la hipótesis de que podían tener además significado ritual. El próximo paso es relevar otras muestras de arte rupestre para determinar su edad real.
