El miso es un condimento que aporta proteínas de calidad al organismo. Algunos tipos cuentan con un 20 % de contenido proteico. Existen tres tipos:
- El miso blanco se conoce como shiromiso y tiene un color más claro. Es muy apreciado por su sabor, que resulta mucho más sutil. El tiempo de fermentación es el más corto, aproximadamente un año.
- El miso rojo se llama akamiso. Su sabor es un poco más fuerte que el blanco y su proceso fermentativo se prolonga por dos años, más o menos.
- El miso negro, cuyo nombre japonés es kuromiso, es el más intenso y la fermentación dura alrededor de tres años.
¿Cómo preparar este condimento de forma rápida?
Según la America Diabetes Association, la pasta de miso, elaborada con soja fermentada, sal y koji (arroz fermentado), es apreciada por sus beneficios probióticos. Sin embargo, debido a sus altos niveles de sodio, es mejor usarlo con moderación o en variedades reducidas en sodio.
Si bien lo puedes comprar, también se puede realizar en casa. Para la receta de miso, según Unami Madrid, basta con:
- Cocinar medio kilo de garbanzos
- Triturarlos con 1/3 de su caldo,
- Mezclar con ½ kg de koji
- Agregar sal
- Reservar en un bote esterilizado y dejar fermentar por un mes