Las personas que forman parte del comedor Horneritos se llevaron esta semana la peor sorpresa que puede tener una comunidad solidaria que lucha por dar una asistencia alimentaria a miles de mendocinos que viven en la zona del Algarrobal, en Las Heras. Fueron estafados en su buena fe con una donación digna de tirar a la basura.
La gente del comedor Horneritos, en Las Heras, recibió una donación de comida y ropa en mal estado, que debieron depositar directamente en la basura
Foto: Nicolás Rios / Diario UNO
Diario UNO dialogó con Gabriela Carmona, la mujer que lleva adelante este comedor solidario, quien relató que esta semana fueron convocados a buscar una importante donación de ropa y alimentos, y lo que recibieron fueron desperdicios: ropa impregnada de pis de gatos y cajas de comida contaminada que hasta venían con una rata muerta en su interior.
El comedor gastó $45.000 en un flete para recoger basura
Gabriela contó que el lunes de la semana que pasó recibió el llamado de una mujer que le ofreció donarle 30 bolsas de ropa para la gente del comedor, que provenían de una feria de prendas usadas a la que ella solía ir a vender, pero que había decidido no participar más.
Por otra parte, le ofreció mercadería: cajas de comida en las que "podía haber alguna bolsa de fideos rota", literalmente así se lo explicó la dueña de la donación.
Por otra parte, le advirtió que si ella no la iba a buscar, ya había hablado con gente de un comedor en Junín, así es que debía apurarse.
"Nosotros hace un mes ya que no podemos cocinar, después de Navidad entregamos la mercadería que teníamos a los abuelos de la zona, que la están pasando muy mal y por eso nos entusiasmamos en ir a buscar la donación".
Sin embargo, para llegar a Mayor Drumond, en Lluján de Cuyo, donde vive la mujer que donó cajas con basura, debieron contratar un flete que les costó $45.000, un precio razonable para el lugar al que tenían que ir a buscar la supuesta mercadería.
"Nosotros contratamos a una persona de confianza, un muchacho que se llama Gabriel que siempre nos ayuda en este tipo de situaciones y que trabaja con su flete. Cuando lo vimos llegar venía con la camioneta completamente llena, nos pusimos todos muy contentos, hasta que él nos explicó lo que le había pasado al tener que traerlas", relató Gabriela Carmona.
Gabriela contó que el hombre del flete le advirtió que lo que venía en esa cantidad de bolsas no era confiable. "Doña Gaby, me dijo, esas bolsas huelen muy mal".
De todas maneras, las bajaron del flete para revisarlas y Gabriela contó que lo que encontraron fueron prendas en un estado deplorable, impregnadas de olor a pis de gatos, y hasta algunas bolsas tenían cucarachas.
"Las bolsas fueron a parar directamente a la basura, pero no las sacamos ahí nomás para que la gente no fuera a llevárselas, sino que esperamos a los chicos del camión de la basura", lamentó la dueña del comedor de Las Heras.
Después de esto, esperaban que lo que hubiera en las cajas no fuera bueno, pero nunca se imaginaron que era tan malo.
Recibieron desperdicios de comida, paquetes abiertos, fideos desparramados, paquetes de harina abiertos y en una de las cajas encontraron una rata muerta.
Indignada, Gabriela expresó: "El fletero se ofreció a ir de nuevo a la casa de la mujer y dejarle toda su 'donación' en la puerta, pero decidimos tirarla. Lo que más nos duele es la falta de respeto. Fuimos por la desesperación que tenemos de no poder cocinar hace un mes, y porque la gente viene todos los días a pedir ayuda. Esto es una burla a la necesidad de la gente".
Cómo ayudar al comedor Horneritos
Este lugar solidario que nació con la pandemia y con la inquietud de Gabriela Carmona de hacer algo por la gente de la comunidad de El Algarrobal, en Las Heras, llegó en el 2024 a darles una ración de comida a 4.000 personas por jornada -cocinaban dos veces por semana-. Según destacó, la mayoría son ancianos y niños los que no alcanzan a cubrir lo que necesitan para alimentarse.
Sin embargo, debieron parar de realizar esta acción por falta de mercadería. Gabriela contó que solo reciben asistencia del Banco de Alimentos de la provincia y de ninguna otra institución, partido político, ni entidad alguna. Como no alcanzan ya a cocinar para tanta gente, lo que están haciendo en la actualidad es armar bolsas con algunos alimentos y llevárselos a los adultos mayores, que son prioridad del comedor.
Sin embargo, Gabriela quiere volver a poner el comedor en funcionamiento. Para eso pide donaciones y el aporte de la comunidad verdaderamente solidaria, la que dona parte de lo que tiene y no de lo que le sobra -y mucho menos comida o ropa en malas condiciones-.
Para comunicarse con Gabriela Carmona su teléfono es 261-3136783 y la dirección del comedor es Barrio Portal del Algarrobal, manzana B, casa 1 de Las Heras.
Gabriela remató diciendo que la necesidad de las personas de la zona se merece todo el respeto de los mendocinos y mendocinas que quieran y puedan colaborar.