Con el paso del tiempo, las personas van adquiriendo diferentes manías arriba del auto, alguna inofensivas para para el vehículo, pero otras desastrosas, que seguramente harán de una visita obligada al mecánico.
Dejar el pie apoyado en el emgrague del auto, seguramente lo dañará a la larga y sale muy costosa su reparación.
Al igual que mantener la mano todo el tiempo en la palanca de cambios de manera constante, que puede llegar a producir un descaste impensado de la caja, hay otro comportamiento que, de tomar consciencia, seguramente se corregiría y sería vital para evitar un fuerte dolor de cabeza.
Aunque a veces uno le resta importancia a los detalles que son necesarios para cuidar el auto lo mejor posible, el trajín de la vida cotidiana lo hace prácticamente imposible.
Pero hay una acción que, de hacerse la costumbre, te hará ahorrar mucha plata al no tener que ir al mecánico.
Los expertos de carglass, en su sitio web y un artículo en especial, dan a conocer cuál es la peor costumbre que tiene las personas con los vehículos, y qué hay que hacer para evitar que suceda el desastre.
El auto no quiere que repitas una y otra vez esta malísima costumbre
Cuando un automovilista conduce, es casi una fija que, aunque no sea necesario, va apoyando el pie izquierdo en el embrague, en una acción que produce un desgaste inusual y desmedido del mismo, acortando su vida útil.
Apenas uno ya roza con el pie el embrague, automáticamente este se acciona con el peso, por más mínimo que sean provocando a largo plazo:
- El disco del embrague está en constante fricción con el volante de inercia, conectado al motor.
- Esta fricción puede llegar a provocar altas temperaturas y un desgaste no deseado, llegando a provocar que el embrague comience a patinar al accionarlo, dificultades para introducir una marcha y rotura en el sistema de marchas.
Para cuidar bien el embrague del auto, se recomienda:
- Al momento de colocar una marcha, es clave apretar bien a fondo el pedal del embrague, para evitar el desgaste excesivo de los engranajes, con posibles roturas a futuro.
- Colocar el pie en el sitio de descanso, situado a la izquierda del propio pedal del embrague, para evitar el roce y el accionar involuntario de este.
- Cuando el auto se detiene, es mejor poner punto muerto y no permanecer quieto con el pedal del embrague accionado a fondo.