Existen diversas especies de árboles perfumados que le dan un toque verde y especial a tu jardín. El tilo, es uno de ellos, ya que con su imponente porte y su delicado aroma, llama la atención de cualquier persona que se acerque. A continuación, te contamos curiosidades sobre esta especie y los cuidados básicos que deberías tener en cuenta.
El tilo es un árbol caducifolio de la familia Malvaceae.
El árbol de tilo, conocido científicamente como Tilia spp, es originario de regiones templadas donde experimenta naturalmente lluvias estacionales, según Picture This, la aplicación gratuita que ayuda a identificar y cuidar plantas. Esta especie tiene preferencias por los ambientes húmedos, pero tiene la capacidad de tolerar períodos cortos de sequía.
Un árbol que inunda de perfume
El árbol se destaca porque perfuma cualquier ambiente, especialmente durante la floración, por lo que es un verdadero espectáculo. El aroma del tilo proviene de sus pequeñas flores amarillentas, que florecen en primavera y principios de verano. Este perfume es el resultado de compuestos volátiles que las flores liberan, atrayendo polinizadores como abejas y mariposas.
Además de embriagar el aire con su fragancia, las flores de tilo son conocidas por sus propiedades relajantes, utilizadas en infusiones para calmar la ansiedad y promover el sueño. Esto hace que el árbol de tilo sea una especie tanto ornamental como medicinal.
Cuidados básicos que requiere el árbol de tilo
Teniendo en cuenta la información del sitio experto en plantas, “el tilo prospera mejor a plena luz solar pero también puede tolerar sombra parcial”. Si quieres cultivar este árbol en el jardín de casa, necesitas encontrar un lugar donde el tilo reciba al menos seis horas de luz solar directa, para un crecimiento óptimo y una buena floración.
En su hábitat natural, el tilo crece en suelos neutros a alcalinos, que tengan buen drenaje. El suelo es importante porque asegura la absorción de nutrientes y la salud en general. En cuanto a sus hábitos de riego, como es moderadamente tolerante a la sequía, necesita hidratación una vez cada tres semanas para mantener su vitalidad. En los meses de calor, se recomienda aumentar la frecuencia de riego.