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Las imágenes muestran cuando el glaciar comenzó a desaparecer.
Los investigadores de la Universidad de Rice en Texas produjeron en 2018 un cortometraje titulado "Not Ok" para documentar y explorar las consecuencias de este fenómeno. El documental expuso cómo la pérdida del glaciar trascendía lo meramente físico, convirtiéndose en un símbolo tangible de los efectos del cambio climático en el planeta.
Las imágenes aéreas capturadas en 2003 ya mostraban señales preocupantes: el glaciar comenzaba a fracturarse y fragmentarse. Apenas una década después, los científicos confirmaron que ya no cumplía con los parámetros para ser considerado como tal. Los registros fotográficos desde el espacio permitieron cuantificar esta pérdida con precisión matemática.
En agosto de 2019, científicos y políticos celebraron un funeral simbólico cerca de la cumbre del volcán Ok. Durante la ceremonia colocaron una placa conmemorativa con un mensaje titulado "Una carta al futuro", que reza: "Ok es el primer glaciar islandés que pierde su estatus como glaciar. En los próximos 200 años, se espera que todos nuestros glaciares sigan el mismo camino. Este monumento reconoce que sabemos lo que está ocurriendo y lo que debe hacerse. Solo ustedes sabrán si lo hicimos".
El impacto del cambio climático
La placa también incluyó la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, que era de 415 partes por millón en ese momento. Actualmente, en marzo de 2025, esta cifra ha aumentado a más de 428 ppm, según datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
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Así se ve actualmente el área en la que estaba el glaciar.
Islandia creó en 2023 el primer cementerio de icebergs del mundo, donde se construyeron lápidas similares al hielo para los 15 principales glaciares incluidos en la Lista Global de Bajas Glaciares. Todos ellos están muertos o en peligro crítico, según las Naciones Unidas. Esta lista incluye el Glaciar Anderson en Washington, que en 2015 se convirtió en el primer glaciar estadounidense declarado sin vida.
El monitoreo inconsistente y los debates sobre los tamaños reales de los glaciares dificultan determinar exactamente cuántos se han perdido debido al cambio climático, según el Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo. Sin embargo, algunos investigadores estiman que hasta 10.000 glaciares de diversos tamaños podrían haberse perdido ya por causas antropogénicas.
"La placa conmemorativa del Okjökull representa un recordatorio permanente de nuestra responsabilidad colectiva", afirmó un glaciólogo islandés presente en la ceremonia. "Las imágenes del espacio nos permiten observar estos cambios a escala global, proporcionando evidencia irrefutable de la transformación de nuestro planeta".