Una descubrimiento revolucionario
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La costa de Venecia fue escenario del increíble descubrimiento.
Los investigadores detectaron la presencia de un polvo volcánico llamado pulvis puteolana en el mortero utilizado para construir la cisterna. Este material provenía de los Campos Flegreos, cerca de Nápoles, a cientos de kilómetros del lugar donde se empleó.
Los antiguos romanos conocían las propiedades extraordinarias de este polvo volcánico. Los arquitectos Vitruvio y Plinio el Viejo lo describieron en sus tratados como un material capaz de solidificar el mortero incluso bajo el agua. Esta característica permitió construir puertos e infraestructura marítima con una resistencia incomparable.
La durabilidad del hormigón romano generó admiración durante siglos. El pulvis puteolana otorgó a las construcciones una resistencia excepcional contra las cargas estructurales y el desgaste del ambiente marino, 1.800 años antes de la invención del cemento Portland.
Tecnología de punta
Las universidades de Padua, Ca' Foscari de Venecia y Módena y Reggio Emilia colaboraron en esta investigación revolucionaria. Los científicos utilizaron tecnología de última generación para analizar muestras microscópicas del mortero y determinar el origen exacto del polvo volcánico.
El profesor Tommaso Giovanardi explicó que emplearon instrumentos de ultra alta resolución, como la espectrometría de masas con plasma acoplado inductivamente por ablación láser. Esta técnica permitió obtener datos geoquímicos detallados de fragmentos minúsculos de material geológico.
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Los investigadores compararon los resultados con una base de datos que contiene los perfiles de más de mil muestras geológicas compatibles. El análisis confirmó que el polvo provenía de la región de Campania, lo que demuestra las conexiones comerciales entre el norte de Italia y los centros de conocimiento más avanzados del Imperio Romano.
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Este hallazgo revela cómo los antiguos habitantes de Venecia adaptaron las técnicas constructivas romanas a las particulares condiciones ambientales de la laguna, en un delicado equilibrio entre tierra y agua que perdura hasta nuestros días.