En concreto, un tesoro de microbiota fue revelado: un total de 21 filos bacterianos y eucariotas en el hielo superficial del lago Enigma, dejando en claro que el lugar alberga un ecosistema microbiano filogenéticamente diverso.
Las bacterias son extremadamente pequeñas y simples, y los científicos aseguran que han adoptado un estilo de vida simbiótico o depredador obligado.
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El descubrimiento de este ecosistema previamente desconocido revela que este sitio estuvo lleno de vida antes de congelarse, persistiendo en una burbuja de hielo durante nada menos que 14 millones de años.
Un lago misterioso en La Antártida
Además del descubrimiento de este ecosistema, algo que les sorprende a los científicos es el hecho de que el lago en cuestión se mantenga congelado al día de hoy.
Según asegura, por su ubicación, este lago debería haberse evaporado o secado hace mucho tiempo ante la falta de precipitaciones, ya que La Antártida es el desierto más grande de la Tierra.
No obstante, el agua sigue presente, lo que indica que podría estar recibiendo suministro de una fuente de agua que aún no ha sido identificada. Los científicos continuarán trabajando para poder realizar un nuevo descubrimiento.
