Durante una fase crucial de su investigación, el equipo recolectó casi 30 muestras de roca y suelo del sitio. Los análisis realizados en la Universidad Técnica de Estambul revelaron restos de materiales similares a la arcilla, depósitos marinos y vestigios de vida marina, incluyendo moluscos. Estos materiales fueron datados entre 3.500 y 5.000 años de antigüedad, correspondientes al período Calcolítico, época que coincide con el tiempo del diluvio mencionado en la Biblia, en Génesis 6:14-16.
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Algunas de las nuevas imágenes.
El profesor Dr. Faruk Kaya, Vicerrector de la Universidad Ibrahim Cecen de Agri y uno de los principales investigadores, afirmó: "Según los resultados iniciales, se cree que hubo actividades humanas en esta región desde el período Calcolítico". Enfatizó la importancia de realizar más investigaciones en las áreas circundantes, conocidas como la región mesopotámica.
La formación Durupinar cautivó a los científicos debido a su forma similar a un barco y dimensiones que hacen eco del relato bíblico. Pese al escepticismo de muchos geólogos que argumentan que la formación es simplemente un accidente natural, los investigadores mantienen su compromiso con descubrir más evidencias que respalden sus afirmaciones.
Un descubrimiento que desafía la historia
El equipo presentó inicialmente sus hallazgos en el 7º Simposio Internacional sobre el Monte Ararat y el Arca de Noé, celebrado en el este de Turquía a finales de 2023. Los expertos continúan su trabajo de campo en busca de pruebas concluyentes.
Mientras la identificación de la formación Durupinar como el Arca de Noé sigue siendo controvertida en círculos académicos, los investigadores sostienen que sus hallazgos proporcionan una base legítima para futuras exploraciones. Consideran el relato bíblico no meramente como un mito, sino como una narrativa con potencial significado histórico.
Las exploraciones recientes utilizaron tecnología avanzada, incluyendo escaneos GPR (Ground Penetrating Radar) que permitieron a los científicos analizar la estructura interna del montículo sin realizar excavaciones invasivas. Estos métodos modernos ofrecen nuevas perspectivas sobre restos arqueológicos que podrían haber pasado desapercibidos con técnicas tradicionales.
El área cercana al monte Ararat ha sido objeto de numerosas expediciones a lo largo de los siglos, todas buscando evidencias del legendario barco. Sin embargo, este proyecto representa el esfuerzo científico más sistemático y tecnológicamente avanzado hasta la fecha.