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No se encontraron a los dueños de las mochilas.
De acuerdo a la versión oficial de los hechos, los agentes estaban patrullando en la zona boscosa de Lynden, ubicada en el noroeste de Washington, cerca de un puerto de entrada. En cuanto vieron las mochilas, miraron alrededor y no había nadie, por lo que se cree que los bolsos son parte de un motín mayor y que quienes cargaban los paquetes debieron abandonarlos por circunstancias que se desconocen.
Después de analizar los paquetes y descubrir que se trataba efectivamente de la mencionada droga, los agentes entregaron los bolsos a la DEA, quienes continuaron con los protocolos correspondientes (en algunos casos, se quema y destruye, mientras que en otros se conserva como prueba del delito).
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Lo encontrado está valuado en 1,1 millones de dólares.
"Gracias a la vigilancia de los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector Blaine, se evitó que estos narcóticos peligrosos llegaran a nuestras comunidades. Nuestros agentes trabajan incansablemente día tras día para proteger a esta nación, y esta incautación pone de relieve ese compromiso crucial”, manifestó la agente jefa de la patrulla, Rosario Vásquez.