Recientemente, un grupo de paleontólogos realizó un sorprendente descubrimiento en la India. Se trata nada menos que del cráneo del mamífero más grande jamás conocido, que habitó en el período Pleistoceno medio tardío.
Recientemente, un grupo de paleontólogos realizó un sorprendente descubrimiento en la India. Se trata nada menos que del cráneo del mamífero más grande jamás conocido, que habitó en el período Pleistoceno medio tardío.
El Palaeoloxodon turkmenicus fue un elefante extinto que vivió en Asia hace 300.000 y 400.000 años, y es considerado como el mamífero terrestre más grande de la historia.
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Los restos del cráneo de este imponente elefante prehistórico fueron localizados en el valle de Cachemira, cerca de la ciudad de Pampore, India. Además del fósil, también fueron halladas herramientas de piedra fabricadas por homínidos.
Este hallazgo sugieren que los humanos no solo interactuaban con estos mamíferos, sino que los utilizaban como fuente de alimento, rompiendo huesos para extraer médula ósea.
Este tipo de elefante superaba ampliamente a las dimensiones de los ejemplares africanos actuales. Particularmente, el cráneo en cuestión pertenece a un macho adulto y se destaca por varias cosas.
Lo que determinó que este elefante formaba parte de la alimentación de los habitantes de aquella época fue el análisis de las 87 herramientas localizadas, las cuales evidenciaron conocimientos avanzados para procesar huesos.
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El cráneo representa el segundo descubrimiento de este elefante histórico en la historia, ya que el primero fue un cráneo parcial hallado en Turkmenistán en 1955.
Además de la importancia histórica de su localización, este cráneo también destaca por otros atributos. Por ejemplo, su tamaño excepcional lo hacen el ejemplar más completo jamás encontrado.
Este elefante en particular presentaba un crecimiento óseo anormal en los senos nasales, probablemente resultado de una infección crónica. Además, tiene una gran importancia taxonómica.
El cráneo incluía hioides intactos, huesos frágiles, pero cruciales para que los investigadores puedan identificar una serie de diferencias particulares entre especies.