Solidaridad

De subcampeona de mountain bike a líder solidaria: Silvia Romero creó un merendero móvil para los necesitados

Con una destacada trayectoria deportiva en mountain bike, Silvia Romero decidió volcar su energía en una noble causa

Mendocina de San Rafael, Silvia Romero alcanzó la fama durante su adolescencia al consagrarse subcampeona argentina de mountain bike. Hoy, después de muchos años abocada a una causa solidaria, canaliza toda su energía y pasión en ayudar a los barrios más vulnerables de su localidad.

Fue así que, en su esfuerzo por llevar alivio a quienes más lo necesitan, acaba de lanzar un merendero móvil, proyecto con el que busca llegar a lugares donde rara vez llega la ayuda. Sin embargo, para mantenerlo en marcha, requiere de la colaboración y el apoyo de la comunidad.

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La vida de Silvia, como la de muchos, está marcada por momentos de felicidad y también por grandes desafíos. A los 16 años subió al podio de una disciplina que amó hasta los 24. Fanática del deporte y siempre unida a su familia, Silvia, junto a sus padres y hermanos, compartía su pasión por el automovilismo. Como seguidores incondicionales de las competencias en el autódromo ASA de San Rafael, aprovechaban las multitudes para llevar a cabo campañas solidarias. De esta forma, nacieron los primeros esfuerzos para recolectar donaciones.

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Antes de cada carrera, las colectas de mercadería, juguetes, ropa de abrigo y hasta materiales de construcción se convirtieron en una costumbre. Así nació, el 10 de septiembre de 2016, la organización “Fierritos Solidarios” en su hogar, ubicado en Agustín Álvarez 3289, barrio El Sosneado 6, de San Rafael. Desde entonces, trabajó incansablemente para visibilizar historias de necesidad y tender puentes que faciliten la ayuda a quienes más lo necesitan.

“El merendero móvil surgió como una necesidad. Hay lugares donde la gente apenas sobrevive, familias enteras con niños que no tienen qué comer, madres solteras que no reciben ningún tipo de asistencia”, comentó, en diálogo con UNO. Actualmente, el vehículo con el que cuenta está en funcionamiento, pero la tarea no es fácil. Para seguir adelante, necesita con urgencia un horno, vajilla (vasos, platos, cubiertos) y, sobre todo, el apoyo de empresas y particulares en la donación de alimentos no perecederos, ropa, calzado y materiales de construcción.

La imagen de todos los días en el merendero de Fierritos Solidarios. Silvia entrega una vianda.jpg
La imagen de todos los días en el merendero de

La imagen de todos los días en el merendero de "Fierritos Solidarios".

“Nos hace falta una olla grande, nueva o usada, para poder llevar comida a las villas de emergencia junto con los demás insumos”, agregó Silvia, quien además aclaró que "Fierritos Solidarios" no tiene ninguna afiliación política ni recibe subsidios gubernamentales.

“La única manera de obtener ayuda es a través de la difusión y el compromiso de los vecinos, que se corre de boca en boca”, puntualizó.

El sistema que Silvia propone, y ya ha comenzado a implementar, consiste en visitar los barrios necesitados entre cuatro y cinco veces al mes. El resto de la semana, el punto de encuentro es su propia casa. Además, cuenta con la ayuda de su esposo y sus tres hijos, quienes, pese a estar independizados, se unieron a la causa. Hoy es común verlos usando camisetas negras con el logo de “Fierritos Solidarios”, repartiendo alimentos y esperanza en los lugares más carenciados.

A sus 48 años, acaba de estrenar su título de abuela y, hasta hace poco, trabajaba en el área de Desarrollo Social del municipio. Sin embargo, por desacuerdos internos, tuvo que dejar su puesto.

“Insisto, mi ONG no hace política con ningún gobierno, y eso me trajo problemas”, explicó. Actualmente, para sostenerse, vende ropa interior. “No me sobra nada. Todo lo que hago es a pulmón, pero no me voy a rendir. Llevo ocho años con esto y es algo que me apasiona y me llena de gratitud”, afirmó.

"La vida me puso a prueba"

Silvia aseguró que vivió una infancia feliz en San Rafael, siempre acompañada por sus padres. Sin embargo, tras su primer matrimonio, su vida cambió drásticamente. “La vida me puso a prueba, pero logré sacar adelante a mis hijos, que son personas de bien. Estudiaron y se realizaron, aunque en su niñez sufrimos muchas carencias. Esa experiencia fue la que me hizo prometer que ayudaría a otros en la misma situación”, recordó con emoción.

“Sé lo que es no tener nada. Hoy la lucha es enorme, estoy sin trabajo, pero no vencida”, reiteró Silvia. A diario, recibe noticias de situaciones desesperadas a través de una cadena solidaria que le permite enterarse rápidamente de quienes más lo necesitan.

“Mi forma de trabajar es llegar a los barrios, grabar videos mostrando la realidad, darle voz a la gente y, a través de esos testimonios, lograr que la ayuda llegue”, explicó y aseguró que la situación actual es alarmante, con el desempleo como una de las causas principales de la pobreza extrema.

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Dijo que en San Rafael, existen tantos barrios necesitados que sería imposible enumerarlos a todos, aunque mencionó algunos de los más afectados: Isla Río Diamante, calle Tulio Angrimán, Costa El Toledano, Costa del Canal Babache, Costa El Marginal, Costa Esperanza y Cuadro Benegas.

“Allí, las familias son numerosas y muchas veces no tienen cubiertas ni las necesidades básicas. Algunas personas incluso viven en la calle”, lamentó.

A pesar del esfuerzo que se traduce en un desafío diario, agradeció a quienes han colaborado durante estos años y adelantó que está construyendo un pequeño salón con baño en su terreno para brindar mayor comodidad a quienes asisten al merendero. “Falta mucho todavía, pero va tomando forma. Aún no tenemos aberturas, ni puertas ni ventanas, pero de a poco lo vamos levantando, y me llena de orgullo”, finalizó.

Cómo colaborar

La sede de “Fierritos Solidarios” se encuentra en Agustín Álvarez 3289, barrio El Sosneado, San Rafael. Teléfono: 2604022700. Quienes deseen colaborar desde otras localidades pueden coordinar la entrega de donaciones.

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