De película: fingió su muerte ahogado, abadonó a su familia y vive una mentira en Europa
La historia de Ryan Borgwardt parece salida de una serie de Netflix, de una película de acción. Y es que este estadounidense fingió su muerte con una elaborada mentira que involucró una expedición en kayak, un supuesto accidente y hasta una elaborada trama para contratar un seguro de vida, acceder a un pasaporte e irse a vivir oculto a Europa.
Mientras toda la comunidad de Green Lake buscaba desesperadamente a este hombre de 44 años desaparecido desde el 12 de agosto -a quien ya daban por muerto-, Borgwardt ingresaba casi en secreto a algún lugar de Europa del Este. Al día de hoy el paradero de este misterioso hombre es desconocido. Y las autoridades y hasta el FBI -quienes aseguraban su muerte- lo buscan desesperadamente para desenmascarar esta mentira.
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Simuló su muerte para abandonar a su familia y huir a Europa
Ryan Borgwardt vive (o vivía) en Wisconsin. Una tarde avisó a su familia que iba de pesca a Green Lake, sitio al que partió con su kayak. La noche del 11 de agosto pasado hasta envió un mensaje al teléfono celular de su esposa para avisar que se disponía a regresar a su casa. Pero nunca llegó a su hogar; la mentira ya estaba en marcha.
Ante la falta de noticias, la esposa de Ryan reportó la desaparición a las autoridades. La búsqueda no se hizo esperar, y así fue como hallaron el kayak dado vuelta en la zona más profunda del lago. También encontraron su chaleco salvavidas, caña de pescar y otras pertenencias. La hipótesis de la muerte de Borgwardt cada vez tomaba más fuerza.
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La búsqueda del cuerpo del hombre en Green Lake se extendió durante 54 días con drones, tecnología y hasta perros rastreadores. Participaron miembros de la comunidad y hasta organismos privados. La principal teoría apuntaba hacia la muerte de Borgwardt, nadie veía venir siquiera la "Gran mentira gran" que envolvía a toda la historia.
La pista que descartó la muerte y empezó a descubrir la mentira
En octubre, los investigadores recibieron una pista que cambiaba todo el sentido de la investigación: el 13 de agosto, un día después de reportarse como desaparecido, Ryan Borgwardt había cruzado la frontera hacia Canadá. No solamente no estaba muerto, sino que ni siquiera estaba donde llevaban casi dos meses buscándolo.
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Las pericias posteriores confirmaron que, previo a la excursión de pesca, Borgwardt había borrado su historial de navegación en internet, había contratado un seguro de vida por 375.000 dólares y hasta había tramitado un nuevo pasaporte tras declarar como perdido el original (que, en realidad, lo tenía su esposa). Incluso, determinaron que había hecho transferencias a cuentas extranjeras en Europa.
Ya habiendo descartado la muerte, ahora la búsqueda de Borgwardt se ha convertido en una prioridad para los investigadores. Su esposa y sus dos hijos están colaborando al máximo para poner fin a esta mentira, mientras que las autoridades buscan dar con él para que haga frente a todos los costos del operativo de búsqueda en vano. Mientras tanto, se cree que está oculto en algún país de Europa del Este.
