El freezer no mata ni elimina microorganismos, simplemente pone en pausa el deterioro natural de los alimentos evitando el desarrollo de organismos. Una vez descongelados, los alimentos re-activan este proceso y es por eso que deben ser consumidos.
Cuando el agua de los alimentos se congela, forma cristales de hielo y deja de estar disponible para los microorganismos, que requieren de humedad y temperatura para desarrollarse óptimamente. Los microorganismos quedan en estado latente durante la congelación, no mueren, por eso se recomienda comer los alimentos inmediatamente una vez descongelados.
Es importante distinguir las diferencias entre congelador y freezer para comprender cómo cada uno conserva los alimentos. El freezer por su parte, funciona a temperaturas de -18°C e incluso menores. Los alimentos almacenados en rezer pueden guardarse durante meses, dependiendo de sus características.
Contrariamente, el congelador alcanza temperaturas de -6°C, mucho más altas que las de un frezeer. Es por ello que los alimentos congelados solo pueden permanecer en el congelador por unos pocos días. Este equipo de refrigeración no es el indicado para quienes desean conservar preparaciones por largos periodos de tiempo.
Cuáles son los 4 alimentos que nunca hay que congelar, según expertos en seguridad alimentaria
Existen alimentos que no deben ser ni congelados ni colocados en el freezer. Estos productos pueden perder su sabor, textura, color, propiedades nutricionales o incluso pueden volverse inseguros. Expertos en seguridad alimentaria de CSA Consultores enumeran 4 alimentos que jamás hay que llevar al freezer.
- Huevos con cáscara: congelar este alimento provoca la expansión de líquido en el interior, lo cual favorece el paso y proliferación de bacterias.
- Verduras con mucha agua como pepinos, lechuga, tomates, acelgas y pepinos. Estos alimentos suelen volverse blandos y acuosos una vez descongelados, pierden su textura y frescura.
- Productos lácteos con alta humedad como yogures y leches. Estos alimentos desarrollan una textura granulada que afecta su calidad y consistencia a la hora de ser consumidos.
- Mayonesas y salsas. Estos alimentos emulsionados son muy complejos químicamente. Al llevarlos al freezer lo más probable es que se corten o dejen de estar ligados.