Una de las plantas más coloridas y populares en cualquier jardín es la Azalea. Este ejemplar no debe podarse en otoño porque su especie florece sobre la madera vieja, es decir, en el crecimiento del año anterior. Si la podas, no verás sus flores en primavera.
Al igual que la Azalea, la Forsitia crece de la madera vieja, por lo que no tienes que podarla en otoño. Estas plantas tienen que podarse solo para controlar su crecimiento y que no se extienda por todo el jardín. Por ende, debes hacer la tarea de jardinería cada uno o dos años, siempre en primavera.
Otra planta que no tiene que podarse en otoño para no afectar su floración es la Echinacea. De hecho, algunos especialistas recomiendan no podarla directamente, para que sus grandes cabezas florales ayuden a las aves a alimentarse. En sintonía, esto impulsará el crecimiento de más equináceas por el jardín. En caso de que quieras podarla sí o sí, también tendrás que hacerlo en primavera.
Si tienes este ejemplar en tu jardín, estás en un dilema. Expertos en jardinería sostienen que debemos conocer en profundidad a las hortensias antes de podarlas, ya que algunas florecen de la madera nueva y resisten al frío y sí podemos hacer la poda en otoño. En cambio, hay otras que crecen de la madera vieja y que deben podarse cuando la planta termine de florecer, es decir, en primavera.
Por último, profesionales aseguran que las lilas son otras de las flores que no se tienen que podar en otoño, ya que también florecen de madera vieja y si las podas en esta temporada eliminarás los botones florales. Esta planta debe podarse en verano.