Profesionales indican que hay dos grandes grupos de plantas de este tipo: las de invierno y las de verano. En el caso de los jazmines de invierno, habrá que podarlo tras su floración, la cual habitualmente se presenta entre marzo y abril en el hemisferio norte; y entre agosto y septiembre en el hemisferio sur. Por otro lado, los jazmines de verano tienen que podarse al finalizar el invierno, es decir, cuando concluyeron las heladas y comienzan a sentirse las temperaturas más cálidas.
Siguiendo estos consejos claves, lograremos que las heridas de la poda cicatricen a mayor velocidad. Además, si dejamos tres yemas por tallo, estimularemos el crecimiento del jazmín para la próxima temporada de brote.
Por otro lado, expertos señalan que en el caso de que se trate de un jazmín joven, este requerirá de una poda de formación en los primeros años, para así poder darle la estructura deseada a la planta. En este caso también se deben respetar los tipos de ejemplares, es decir, si se trata de una especie de verano o una de invierno.
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Aprende a podar tu jazmín en el momento exacto.
De esta forma, tendrás un jazmín repleto de flores blancas perfumadas, impregnando con su delicioso aroma cada rincón del jardín. Procura combinar la poda con otros cuidados de jardinería.