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Mialgros maneja el móvil de los bomberos de Guaymallén.
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La camaradería es su combustible. “El apoyo de mis compañeros es fundamental. Juntos enfrentamos los desafíos y brindamos ayuda a quienes la necesitan”.
Agustina, la bombera que soñaba con sirenas y salvó un erizo
Agustina Amor vive a solo dos cuadras del cuartel de Maipú. Desde niña, cada vez que escuchaba una sirena, algo se encendía dentro de ella. Hace ocho años ingresó a la academia y hoy es cabo, suboficial, y ejemplo de entrega.
Tiene mil anécdotas, pero hay una que guarda como joya del alma: “En un incendio de vivienda me tocó rescatar un erizo. Era de una nena que lloraba desconsoladamente. Lo encontré con vida y se lo entregué. Ver su carita feliz fue inolvidable”, repasa.
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Agustina no le teme a nada. Vive muy cerca del cuartel de Maipú y allí se crió.
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Para Agustina, ser bombera es una manera de vivir, de sentir, de estar presente para el otro. Cada intervención deja una huella.
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Agustina Amor es bombera voluntaria de Maipú. "Es un sentimiento", dijo.
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A veces es alegría, otras veces dolor. "Pero siempre queda la certeza de haber estado donde hacía falta", señala Agustina.
Cristian Moreno: el niño que se hizo bombero a los 5 años
Cristian Andrés Moreno es hoy comandante mayor en el cuartel de Bomberos Voluntarios de Luján de Cuyo. Pero su historia empezó muy temprano: tenía cinco años cuando, en una visita escolar al cuartel viejo, un bombero les dijo a los chicos: "A partir de hoy, ustedes son bomberos."
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Cristian Moreno y Gustavo Tiritella. Son bomberos, amigos y camaradas. Comenzaron a los 15 años como cadetes en Luján.
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"Desde ese día me volví loco por los bomberos. Me enamoré", cuenta. A los 15 ingresó oficialmente junto a su amigo Gustavo Tiritera. Juntos hicieron toda la carrera. "Nunca nos apartamos de esta profesión", dice con orgullo. Ya lleva 38 años de servicio.
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Cristian Moreno, en el centro, con 15 años y el amor por el servicio bomberil. A la izquierda, Gustavo Tiritera, listo para servir.
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Cristian no olvida a su compañero de ruta: “Con Gustavo empezamos juntos y somos comandantes los dos. Compartimos toda la carrera. Y seguimos”.
Oscar y Mauricio: hermanos para servir como bomberos en Lavalle
Todo empezó en Lavalle, en 2002. Oscar fue el primero en ingresar a los Bomberos Voluntarios. Mauricio lo miraba con curiosidad… hasta que un día lo siguió. “Me empezó a picar el bichito”, recuerda. Pronto se convirtió en bombero también. Hoy, con apenas nueve meses de diferencia en antigüedad, comparten una vida entera de incendios, cursos, accidentes y lucha.
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Mauricio y Oscar Mayorga, hermanos bomberos de Lavalle.
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“Al principio no había recursos. Teníamos un Ford ‘57 todo deteriorado, pero lo manejábamos con el alma”, recuerda Mauricio. La vida los puso al frente de emergencias, pero también de carencias. Sin embargo, siguieron firmes. Mauricio fue jefe de cuerpo durante dos años, y aunque por cuestiones laborales tuvo que renunciar al cargo, sigue activo.
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Mauricio, bombero de alma. Es el segundo desde la izquierda, años atrás.
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“Nosotros también sufrimos por no tener los elementos. Pero seguimos. Por los compañeros. Por la comunidad. Por la vocación”, reflexiona Mauricio en diálogo con Diario UNO.
Roli Baudo: el alma de Maipú, entre gomerías y autobombas
Rolando Néstor Baudo es conocido por todos como Roli. Tiene más de 30 años de historia dentro del cuartel de Maipú. Su familia es dueña de la gomería más popular del pueblo, y él, además de ser bombero, es casi una institución viviente.
Ingresó como cadete a los 15 años. “Todavía tenemos el mismo móvil de esa época”, dice, entre risas. Roli tiene ese espíritu protector que no se desgasta. “Siempre tratamos de darles a los chicos lo que nosotros no tuvimos”, cuenta. Y eso define su forma de ver el cuartel: como una familia extendida.
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Hace apenas unos días fue elegido presidente de los Bomberos Voluntarios de Maipú. Asumirá el próximo 17 de agosto, en el aniversario del cuartel. Con perfil bajo y generosidad infinita, Roli es un símbolo silencioso. Uno de esos que no salen en los medios, pero que construyen comunidad con cada acto cotidiano.