Además te aconsejamos colocarle tierra de buena calidad, y algunas piedras porosas para que la planta tenga buen drenaje. Si lo deseas, puedes sumar un poco de abono orgánico o casero, el cual puede contener cáscaras de huevo, de papa, de tomate o un poco de café o saquitos de té ya usados.
Haga pequeños agujeros en el sustrato y coloque una hoja en cada agujero. Separe las hojas para que no se toquen entre sí. Los esquejes del árbol de Jade no necesitan ser regados. Basta con rociarlas con un poco de agua cada 3 o 4 días.
A continuación te aconsejamos colocar la maceta en un sitio luminoso, pero donde también reciba sombra de manera parcial. Luego de un par de semanas, comenzarán a aparecer hojas nuevas en la base de tus esquejes. En este momento te aconsejamos trasplantar los nuevos brotes en una maceta suficientemente grande.
Una vez que los esquejes ya tengan tallo, te aconsejamos darle forma con una tijera de podar. También puedes colocar en las hojas y en el tallo un poco de canela, ya que la misma ayuda a promover el enraizamiento. De hecho, la canela actúa como una hormona de enraizamiento natural. Este paso es opcional, ya que el árbol de Jade se puede tomar de esquejes sin usar hormonas.