El chorizo y la morcilla no pueden faltar en ningún asado y son los embutidos preferidos de las personas, que se destacan muchas veces por encima de cualquier corte de carne. Haceros a la parrilla parece una tarea sencilla, pero estas deliciosas piezas tienen sus secretos para que salgan bien y el asado sea un éxito.
Los chorizos y morcillas son de los más consumidos en el asado.
Por lo general, el chorizo y la morcilla son las primeras piezas que llegan desde la parrilla a la mesa.
Éstos embutidos deleitan a todo el mundo y acompañadas con una buena ensalada, un buen pan o simplemente solo, son riquísimos.
Así como los diferentes cortes de carne tienen sus técnicas de cocción en la parrilla, hay una serie de tips para asar bien los chorizos y morcillas, que son una garantía para servir el mejor asado ante los comensales.
Asado: el mejor secreto sobre los chorizos y morcillas
Entre las principales recomendaciones que todo asador debería agendar, las que se refieren a lo que no hay que hacer con los chorizos y morcillas:
- Los especialistas del asado aseguran que los chorizos jamás deben cocinarse con piola en la parrilla.
- Durante la cocción de los chorizos, si algunos se van cocinando un poco más que otros, y si no se les ha retirado la piola, dificultará la acción de moverlos o girarlos.
- No hay nada peor que, cuando llegue el momento de servir los chorizos en la mesa, que tengan la piola. Sacársela con el chori caliente, puede convertirse en una tarea muy complicada.
- Muchas personas ponen las morcillas sobre la parrilla, momentos antes de sacar todas las carnes del asado. Es recomendable ponerlas desde el principio, casi al resplandor de las brasas, a pesar de que ya vengan cocidas.
- Para que las morcillas salgan crocantes por fuera y cremosas por dentro, conviene ponerlas en la parrilla, en un sector que no tenga brasas, y que de a poco vayan adquiriendo una textura crocante. Se le puede dar un buen golpe de calor cuando falten unos minutitos para sacar el asado y llevarlo a la mesa.