Es muy fácil hacer la receta de cebollitas en escabeche, un encurtido para saborear todo el año.
Las cebollitas en escabeche son un clásico de la gastronomía mundial y son de las más consumidas en diferentes comidas. Se trata de una receta de sabor avinagrado muy característico, que se puede elaborar en simples pasos y se puede consumir todo el año.
Conservas y encurtidos se elaboran con el propósito de alargar la vida de estos alimentos, con la idea de poder consumirlos cualquier día del año, cuando no es época.
Las conservas a diferencia de los encurtidos, qué como método de preservación de alimentos, consiste en sumergir comidas en vinagre, implican cocinar y sellar alimentos en recipientes esterilizados y herméticos.
En este caso, la receta de cebollitas en escabeche se puede hacer de las dos maneras. En ambos casos, se pueden almacenar e ir consumiendo cuando más se desee.
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Las cebollitas en escabeche, como sucede con las berenjenas en escabeche, son especiales para comer en las picadas, además de utilizarse en diferentes comidas.
Una de las recetas más sencillas para hacer este encurtido casero, la comparte el sitio cookpad, que con un paso a paso fácil de realizar, deleita a todo el mundo.
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Receta de cebollitas en escabeche
Las cebollitas en escabeche son irresistibles y una delicia para el paladar. Hacerlas es de lo más fácil siguiendo esta receta:
Ingredientes
1,600 km de cebollas chicas
2 litros de vinagre de vino
5 dientes de ajo
San y pimienta a gusto
Un frasco grande con buena capacidad
Opcional: pimiento en gajos y hojas de laurel
Preparación
Pelar las cebollitas y secarlas con servilletas de papel o un repasador.
Con un cuchillo, hacerles un corte en forma de cruz, para que el vinagre penetre con más facilidad.
Ir colocando en el frasco, intercalando los dientes de ajo. Sumar el pimiento y laurel si se decide incluirlos en la receta.
En un recipiente aparte, colocar el vinagre, sal y pimienta. Revolver hasta que se unifiquen los ingredientes. Rellenar el frasco hasta que las cebollitas queden tapadas en su totalidad.
Tapar con la tapa original del frasco o una bolsa de nylon, bien atada.
Almacenar en un lugar fresco y seco por dos semanas, para luego saborearlas de la manera que mejor se prefiera.
