Una fábrica de memes locales

Chapanay City, un fenómeno de humor mendocino que hace furor en las redes sociales

Chapanay City es un compendio de "mendocinadas" donde dos talentosos del marketing digital se ríen de nuestras costumbres más solemnes

Quiero advertirles a los lectores de esta nota que lo que van a leer es una crónica de una fanática. Es decir, no busquen acá periodismo, lo que voy a escribir es casi una carta de amor a quienes me otorgan la cuota de humor diario que se necesito para afrontar la realidad: voy a contar la historia de Chapanay City, o como les llaman sus fans mendocinos “El Chapa”.

Es uno, pero en realidad son dos: Martín (30) y Eduardo (32) dos sanmartinianos, que coincidieron en edad y en pueblo –justamente, son del distrito de Chapanay- y que primero se odiaban y después se hicieron amigos.

Pero ¿qué es Chapanay City? Es un perfil de redes sociales: Facebook, Instagram y Tik Tok en el que sus creativos vuelcan todo el folclore cuyano que nos parió: el zonda, las tortitas con chicharrones, la cosecha de la vid en los pueblos –no la que vemos en las publicaciones de vinos de alta gama- y se ríen de todos nuestros tics y de nuestro caretaje mendocino.

Porque, ya que lo vamos a decir, digamos todo: los mendocinos somos re caretas. Nos encanta ir de bodega en bodega sacándonos fotos en los sunset, con sombreros de paja. Pero cuando corre zonda vamos corriendo a poner el trapo de piso mojado en la ventana.

Los Chapanay City captaron todo ese acervo popular y lo convirtieron en contenido para redes sociales, así desde el 2011. Actualmente tienen 700.000 seguidores en Facebook, 200.000 en Instagram y otros tantos en Tik Tok y hasta un festival propio: “El Chapafest”, un evento anual en el que reúnen a sus seguidores y no solo a los locales, sino que vienen combis de otras provincias para participar en el evento más croto y genial de la provincia de Mendoza.

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Chapanay City festejando la primavera

Chapanay City festejando la primavera

Cómo nació el fenómeno de Chapanay City

En una extensa conversación de más de una hora por teléfono, Martín, uno de los Chapanay, contó cómo comenzó con la idea de plasmar su propio rollo creativo, en un principio en Facebook.

“Cuando yo iba a la secundaria, empecé a dibujar historietas, cosas que pasaban en el pueblo y que me hacían gracia, las dibujaba y escribía”, contó Martín, quien ahora es diseñador gráfico y no solo se dedica a hacer catarsis humorística en las redes de Chapanay, sino que tiene sus clientes y los comparte con el otro Chapa: Eduardo, que es programador,-quien en el momento de la nota, según Martín, se había caído en un bache inundado por la lluvia y todavía no había podido volver al laburo-, explicó en tono sarcástico.

Lo que pasó con Martín “El Chapa” es que comenzó a estudiar en la facultad de Diseño, en la UNCuyo, y ya no tenía tanto tiempo para dibujar historietas y publicarlas. Cambió un poco el contenido de lo que publicaba y ahí se entró en funciones Eduardo, el otro “chapa”.

Eduardo es programador y profesor de Educación Física.

“Es todo lo contrario a mi, es muy recto, muy ordenado, era lo que a mi me faltaba, y entonces le dije, dale, metete y empecemos a hacer este tipo de contenido”.

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La explosión de Chapanay en las redes

Martín y Edu lograron organizarse: pogramaron tres semanas de publicaciones y se fueron de vacaciones, y ahí “explotó” el fenómeno. “cuando volvimos de vacaciones habíamos crecido como en 50.000 o 60.000 seguidores”.

Esto fue en el 2013 y a partir de ahí, Chapanay City no dejó de crecer.

Comenzaron a llegar colaboraciones de otras páginas que también hacían el mismo humor, como el Mendolotudo.

“Yo me frustré porque quería participar en el Mendo, pero tenía 16 años y los que lo hacían se dedicaban más que nada a escribir, así que decidí hacer lo mío”.

Lo que más los sorprendió tanto a Martín como a Eduardo, fue que se sumaron personas de otras provincias a pesar de que el humor de ellos es muy local. Pero tienen muchísimos seguidores de Córdoba, de Salta, de Santiago del Estero y por más que los “tienen de hijos” el 20% de los seguidores de Chapanay City son sanjuaninos y se prenden en todas las gastadas por la tonada, la pronunciación de la interminable “e” –neeeeeño- y la r pronunciada como sh.

Acá el que no se prende, lo gastamos más Acá el que no se prende, lo gastamos más

Los ritos de Chapanay City

A medida que pasa el tiempo, el Chapanay ya tiene como una especie de folclore propio: En primer lugar, son el Piñón Fijo cuyano: no develan su identidad. He aquí el motivo por el cual yo como su seguidora y fan, no voy a contar los pormenores de los Chapa, así ocultos están bien.

En cuanto al contenido con el que "la rompen" en las redes, sus hits son los memes del viento zonda y los temblores.

Pero también adquirieron como propia una “joda” recurrente: mandan a los lectores a comentar a los posteos de Facebook del Diario Tiempo de San Juan.

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"El Chapa" convocando a los artistas que van a invadir el Chapafest

A saber: cuando ha jugado Argentina, era consigna que en el primer gol todos los seguidores tenían que ir a comentar al último post del Tiempo de San Juan con canciones de Sandro o Los Playeros, para dar un ejemplo. Pero también los han mandado a publicar en los posteos cosas que venden los lectores, y otras ocurrencias sin ningún tipo de sentido, que no siempre han sido bien recibidas.

“En un momento los del diario (Tiempo de San Juan) se enojaron y nos bloquearon de las redes, yo les escribí y les dije que se dejaran de joder, hermano, esto es humor, todo lo hacemos en chiste, si nuestra comunidad sabe cómo los queremos”.

Esto es verdad, doy fe porque yo los sigo y los lectores tienen una relación de amistad con el o los chapa.

Los chicos que no salieron de San Martín

Tanto uno como otro chapa son sanmartinianos de pura cepa. Salieron de Chapanay a estudiar en la Universidad, pero volvieron y trabajan desde allí.

“Nosotros le debemos todo al pueblo y le queremos devolver un poco de lo que ellos nos han dado”.

Esto se traduce en gestos muy genuinos.

“Nadie lo sabe, pero por ejemplo, el 80% de la gente que trabaja en la Chapafest son de Chapanay, los que atienden los carritos, los de seguridad, los de la playa de estacionamiento, la gran mayoría son de los nuestros”, contó Martín Chapa.

En el evento, los comerciantes de Chapanay tienen descuento para instalarse con sus carritos de comida (que en otros ámbitos más chetos se conocen como “foodtrucks”

Un mega evento llamado Chapafest

Para los que no lo conocen, el “Chapafest” es una especie de LollaPalooza vernáculo, más puntualmente del este mendocino.

La fiesta nació a pedido de los mismos seguidores que querían que el chapa les hiciera un asado y conocerse entre todos.

En el 2017 se les ocurrió reunirse en Plaza Norte, San Martín, pero el lugar quedó chico: ellos pensaron que irían 2.000 personas y fueron 6.000.

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Ya el próximo año se mudaron al autódromo de San Martín –donde se realizó la mítica “Misa” del Indio Solari-

Desde el 2018, la fiesta se hace allí y ha crecido a razón de 40% por año.

En el 2022, la última edición reunió a 22.000 personas. El año pasado no pudieron hacerla porque coincidió con el ballotage, pero el 2024 se viene con todo.

Por ahora, hay 4 grupos de música confirmados, pero los más emblemáticos son “Los Playeros” que se prenden en todos los Chapafest.

Además, hay sorteos de autos con historia –como fiat 600 modelo 80’- sin ningún pedido de captura según aseguran los Chapa, y otras maravillas como kilos de arroz y voucher para comer en los carritos de Chapanay, entre los que se pueden contar, porque lo que tiene la Chapafest es que está llena de eventos inesperados.

A nosotros nos pasó que un año no nos dejaron entrar a nuestra propia fiesta. Como somos anónimos y no teníamos credencial ni nada, quisimos pasar y los patovicas nos mandaron para la casa. Igual después pudimos A nosotros nos pasó que un año no nos dejaron entrar a nuestra propia fiesta. Como somos anónimos y no teníamos credencial ni nada, quisimos pasar y los patovicas nos mandaron para la casa. Igual después pudimos

Los que vayan a la Chapafest no empiecen con eso de los dress code ni los outfit: con que vayan bañados, está bien. Y el coctel de salida de la “Fiesta más manija de todas” es una infusión de hojas de yerba mate en agua caliente, un elixir de tonalidades áureas y un bouquet que combina matices herbales y terrosos acompañado a su vez con un panificado de harina premium de textura suave y exterior crujiente” o para decirlo de otra manera, un yerbiado y una tortita.

Y el remate de la nota no podría ser de otra manera: “Si alguien les dice que una vez la fiesta se suspendió por viento no fue viento, fue Dios que suspiró al ver tanto jolgorio junto”.

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