Truco casero

Cáscaras de limón y bicarbonato: para qué sirve este truco casero que cambiará tu vida

La cáscara de limón, combinada con bicarbonato, es un truco casero de limpieza ecológico y eficaz que desinfecta, desengrasa y da brillo a las superficies sin productos químicos

En la mayoría de los hogares, el limón se utiliza principalmente para darle sabor a las comidas, pero pocos saben que su cáscara no es un simple residuo. Al mezclarlo con bicarbonato se puede crear un poderoso truco casero de limpieza que facilitará tu vida,

Al igual que la pulpa, la cáscara de limón contiene aceites esenciales y propiedades naturales que ayudan a desinfectar, desengrasar y dejar superficies brillantes, todo sin recurrir a productos químicos agresivos. Si buscas una forma ecológica, económica y efectiva de limpiar, este truco casero será tu mejor aliado.

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Cáscaras de limón y bicarbonato: para qué sirve este truco casero que cambiará tu vida

Según el portal, Dosfarma mezclar bicarbonato con cáscara de limón triturada sirve para limpiar y desinfectar superficies, eliminando manchas de grasa y dejando un acabado brillante. Este truco casero es efectivo porque la combinación de bicarbonato y cáscara de limón crea una mezcla poderosa que aprovecha las propiedades de ambos ingredientes.

El ácido cítrico del limón actúa como un desinfectante natural, eliminando bacterias y gérmenes de las superficies, mientras que el bicarbonato de sodio, gracias a su acción abrasiva suave, ayuda a eliminar manchas y suciedad de la grasa sin dañar las superficies. Te contamos sobre el paso a paso de este truco casero.

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Paso a paso de este truco casero

Para este truco casero basta con:

  • Preparar la mezcla: tritura la cáscara de un limón hasta conseguir una consistencia fina. Agrega una cucharada de bicarbonato de sodio y mezcla bien. Añade agua poco a poco hasta lograr una pasta espesa
  • Aplicar la mezcla: aplica la pasta sobre la superficie que deseas limpiar. Déjala reposar entre 5 y 10 minutos
  • Frotar y enjuagar: con un paño o esponja, frota suavemente. Luego, enjuaga con agua tibia y seca la zona con un paño limpio