Aunque no lo creamos, la almohada puede juntar o almacenar muchas bacterias y gérmenes, los cuales luego entran en contacto con la piel de nuestro rostro y esto trae muchos problemas de salud como acné o puntos negros.
Aunque no lo creamos, la almohada puede juntar o almacenar muchas bacterias y gérmenes, los cuales luego entran en contacto con la piel de nuestro rostro y esto trae muchos problemas de salud como acné o puntos negros.
Es por ello que siempre se aconseja no solo cambiar la funda y lavar las sábanas al menos una vez a la semana, sino que también se recomienda cambiar la almohada cada cierto período de tiempo.
Los expertos en higiene del sueño recomiendan cambiar la almohada cada 1 a 2 años, pero todo depende de la marca, del material y de cuánto uso se le da a la misma.
Además, hay que tener en cuenta algunos aspectos al momento de cambiar la almohada, como por ejemplo:
Por otro lado, es importante cambiar las almohadas ya que las mismas pueden comenzar a dañar nuestra postura y con el tiempo aparecen dolores o molestias en la zona del cuello y de la espalda.
Para extender o alargar la vida útil de tu almohada y mantenerla en buen estado por mucho más tiempo, se aconseja: