El universo de los cactus es vasto y maravilloso. Hay especes que precisan de pocos cuidados, y otras que nos obsequian flores de hermoso color y forma.
El universo de los cactus es vasto y maravilloso. Hay especes que precisan de pocos cuidados, y otras que nos obsequian flores de hermoso color y forma.
En la siguiente nota te enseñaremos todo lo que tienes que saber sobre el cactus Mammillaria, la cual puede darnos flores si la cuidamos correctamente.
Esta especie de cactus es conocida por contar con cuerpos esféricos o cilíndricos y está cubierta de espinas, las cuales pueden varias de color, desde blanco y amarillo hasta rojo y negro.
Riego
Este cactus necesita de riego moderado, por lo que no hace falta regarlo todas las semanas. Antes de regarlo, te aconsejamos chequear que el sustrato esté completamente seco. Durante el invierno, reduce el riego, ya que la planta entra en un período de latencia.
Ubicación
El cactus Mammillaria necesita de mucha luz varias horas al día, por lo que se aconseja colocarlo en el jardín, en el balcón o en una ventana.
Sin embargo, si vives en un sitio donde hace mucho calor, te aconsejamos retirar el cactus del sol (algunas horas al día) y dejarlo en la sombra, ya que la luz directa del mediodía puede causar quemaduras.
Abono
Este cactus necesita contar con una mezcla de tierra con buen drenaje. Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), puedes fertilizar las Mammillarias con un fertilizante específico para cactus, diluido a la mitad de la fuerza recomendada, aproximadamente una vez al mes.
Temperatura
Como mencionamos previamente, este cactus precisa de temperaturas cálidas, pero no en extremo. En el invierno puede soportar temperaturas más frescas, lo cual puede ayudar a inducir la floración. Protege las plantas de las heladas. Te puedes ayudar creando un invernadero con alguna lona transparente, para que le siga dando sol.
Floración
Las flores de este cactus pueden ser de color rosa, blanco, amarillo, rojo o púrpura. A menudo, las flores se forman en un anillo alrededor de la parte superior del cactus, emergiendo de entre las espinas. Suelen florecer en primavera o a principios del verano.