Una expedición llevada a cabo por miembros del Museo Patagónico de Ciencias Naturales “Juan Carlos Salgado” en el Área de Paso Córdoba, Río Negro, culminó con el asombroso descubrimiento de un antiguo animal del que solo se tenía registro de su cráneo: el Patagorharcos Terrificus.

Conocida mejormente como "El ave del terror" este animal habitó en Sudamérica hace unos 3 millones de años, siendo claramente una especie descendiente de los dinosaurios.

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Asombroso descubrimiento en Río Negro: nuevos restos fósiles del "Ave del terror"

Asombroso descubrimiento en Río Negro: nuevos restos fósiles del "Ave del terror"

Un descubrimiento que sorprende a los especialistas

El hallazgo de estos restos fósiles no hubiera sido posible sin el permiso otorgado por la Secretaría de Cultura de Río Negro, como autoridad de aplicación de la Ley 3041.

Anteriormente, el cráneo de esta ave había sido localizado en el año 2015, en un descubrimiento al que puedes acceder a través de este link. Ahora, esta actualización permite conocer muchos más detalles.

Por ejemplo, gracias a este hallazgo, se sabe ahora que el ave del terror alcanzaba una altura de 1,5 metros y tenía un peso aproximado de 50 kilogramos.

Los restos del descubrimiento fueron localizados en capas de unos 21 millones de años de antigüedad, y corresponden a dos individuos diferentes de estas enormes aves.

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Asombroso descubrimiento en Río Negro: nuevos restos fósiles del "Ave del terror"

Asombroso descubrimiento en Río Negro: nuevos restos fósiles del "Ave del terror"

El equipo de investigación fue integrado por investigadores del CONICET, el Museo Argentino de Ciencias Naturales, la Fundación Azara y el Museo Patagónico de Ciencias Naturales “Juan Carlos Salgado”.

Teniendo en cuenta la fragilidad de los huesos de esta ave y su poca conservación, este descubrimiento es de gran importancia para el mundo de la paleontología en general.

Características generales de esta ave

  • Eran aves de gran tamaño, no voladoras y carnívoras.
  • Tenían extremidades adaptadas para correr.
  • Eran depredadores formidables.
  • Tenían un poderoso pico y piernas largas.
  • Eran corredores rápidos, llegando a alcanzar velocidades de hasta 50 kilómetros por hora.
  • Sus alas habían evolucionado para utilizarlas como brazos para voltear una presa en movimiento.

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