Asesinos seriales

Así se ven hoy Lyle y Eric Menéndez, a 28 años de haber sido condenados a cadena perpetua

Los hermanos Lyle y Erik Menéndez se volvieron mediáticos y virales tras el estreno de una serie que recuerda su caso

Lyle Menéndez tenía 28 años y Erik, 25 años, cuando ambos fueron condenados en 1996 a cadena perpetua por haber cometido parricidio, es decir, por haber asesinado a sus padres.

Sin embargo, no solo los hermanos Menéndez, sino también muchas personas relacionadas con el caso aseguran que la serie ha distorsionado mucha información, y que incluso no cuenta la verdad de lo ocurrido.

¿Cómo se ven hoy Lyle y Erik Menéndez?

Las últimas fotos (y las más recientes) de ambos hermanos son de 2016 y 2018. Erik (a la izquierda) y Lyle (a la derecha) se encuentran en el Centro Correccional Richard J. Donovan de San Diego, California.

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Erick y Lyle Menéndez.

Erick y Lyle Menéndez.

Lyle y Erik duermen en dormitorios separados, pequeños y con capacidad para seis reclusos cada uno. La celda de Lyle tiene dos literas.

Los hermanos son prisioneros del grupo A y han obtenido privilegios especiales. Además, Lyle es un activista apasionado por la reforma penitenciaria y se desempeñó como jefe del gobierno de reclusos durante 15 años en Mule Creek. Por su parte, Erik creó un programa de cuidados paliativos en la cárcel y dirige un grupo semanal de meditación.

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Lyle Menéndez.

Lyle Menéndez.

¿Cómo se produjo el asesinato cometido por los hermanos Menéndez?

La noche del 20 de agosto de 1989, los hermanos Lyle y Erik Menéndez ingresaron a su casa ubicada en el 722 de North Drive Elm en Beverly Hills.

Allí asesinaron a sus padres: José y María ‘Kitty’ Menéndez. Los vecinos aseguraron que escucharon ruidos en la vivienda, pero los mismos parecían fuegos artificiales, y no le dieron mayor importancia.

Tras cometer el macabro asesinato, los hermanos Menéndez se marcharon del lugar, arrojaron las armas en Mullholand Drive y compraron entradas en una sala de cine local para ver la película ‘Licencia para matar’, para utilizar el hecho como coartada.

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