Historias de vida

A sus 81 años, Susana recibió un piano restaurado y cumplió su sueño de volver a tocar

Gracias a su hijo y a un proyecto solidario que repara instrumentos donados, Susana Enrico, profesora de Música, recibió la "sorpresa de su vida"

Susana Julia Enrico de Manino, de 81 años, es profesora de Música, y su delicado estado de salud la obliga a desplazarse la mayor parte del día en silla de ruedas. Este viernes, después de mucho tiempo de añorar tocar su piano, que se encontraba arrumbado y en malas condiciones, recibió “la sorpresa de su vida”.

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La emotiva escena fue posible gracias a su hijo Pablo, quien actuó en complicidad con un verdadero “ángel musical”: Gabriel Mignani, un profesor de Música de Las Heras que se dedica a reparar instrumentos donados y llevarlos a distintos puntos de Mendoza.

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Susana y su

Susana y su "flamante" piano.

Gabriel lidera desde hace varios años un proyecto a pulmón llamado “Doná música, recibí una sonrisa”, que consiste en solicitar donaciones de guitarras, pianos, órganos, bombos y otros instrumentos, repararlos y entregarlos a personas que desean tocar o aprender, pero carecen de recursos.

"Ya perdí la cuenta de cuántos instrumentos he llevado a los hogares de muchas personas, niños y adultos”, confesó Gabriel. Y ahora fue el turno de Susana.

Lucidez musical

"Me asombra la lucidez de esta mujer, que lleva 50 años como docente y 12 en el conservatorio. Una lucidez musical realmente sorprendente. Estoy muy emocionado. Pudimos llevarle un piano reparado que había sido donado el año pasado”, relató Gabriel a Diario UNO.

El instrumento fue restaurado junto con Emiliano La Rosa, quien colabora en esta labor altruista. Tiempo atrás, Pablo, el hijo de Susana, se contactó con Gabriel para intentar reparar el piano de su madre, pero fue imposible. "Ya no daba más”, explicó.

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En pleno armado del instrumento en el hogar de Susana.

En pleno armado del instrumento en el hogar de Susana.

Entonces, Gabriel recordó un viejo piano donado por Carolina Rinaldi, también profesora de Música. "Nos pusimos manos a la obra para dejarlo lo más bonito posible y, realmente, suena hermoso. Cuando se lo llevamos, Susana no podía creerlo; no entraba en su cabeza cómo podía estar recibiendo semejante regalo”, compartió emocionado.

Un piano hasta el fin de sus días

"El piano original no tenía arreglo, pero el que llegó a nuestras manos quedó impecable. Susana no entendía nada cuando nos vio llegar con el flete”, recordó Gabriel, quien añadió: "Estuvimos toda la mañana hablando de música y de los grandes compositores de la historia”.

Conmovido, Gabriel reflexionó: "Estoy convencido de que este piano la acompañará hasta el último día de su vida”.