Pero también existe una historia contrapuesta, que propone que esta salsa, que actualmente se consume en todo el mundo, en realidad es de origen japonés, pero no llegó desde Japón. La explicación que dan es que fueron los inmigrantes japoneses que llegaron hasta Hawaii quienes mezclaron parte de su cultura, la salsa de soja, con un producto propio de esa isla norteamericana, como los ananás.
Una salsa versátil
Su uso más común y tradicional es como marinado para carnes, y es ideal para realzar el sabor del pollo, la carne de res, el cerdo e incluso el pescado. Al marinar estos alimentos en teriyaki antes de cocinarlos, se les confiere un característico sabor agridulce que es tan distintivo de la cocina japonesa.
Además de su función como marinado, la salsa teriyaki se emplea frecuentemente como glaseado durante el proceso de cocción. Ya sea en la parrilla o en el horno, esta salsa crea una capa brillante y sabrosa en la superficie de los alimentos, aportando no solo sabor sino también una apariencia más apetitosa.
Lo que mucha gente no sabe, es que con solo dos ingredientes podemos hacer una salsa teriyaki mejor que la comprada en la tienda, y nuestros platos asiáticos tendrán un sabor inigualable gracias a esta receta.
Receta de salsa teriyaki casera
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Esta salsa se lleva bien con pollo y verduras, y con el arroz, claro.
Ingredientes
- 1/2 taza de salsa de soja
- 1/4 taza de azúcar morena
Procedimiento
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- En una cacerola pequeña, combina la salsa de soja y el azúcar.
- Coloca la cacerola a fuego medio y lleva la mezcla a ebullición, revolviendo constantemente para asegurar que el azúcar se disuelva completamente en la salsa de soja.
- Reduce el fuego a bajo y deja que la salsa hierva a fuego lento durante unos 5-7 minutos, o hasta que se reduzca ligeramente y adquiera una consistencia un poco más espesa.
- Retira del fuego y deja enfriar a temperatura ambiente.
- Una vez fría, guarda la salsa teriyaki en un frasco de vidrio con tapa en el refrigerador. Se conservará bien durante 1-2 semanas.