Beneficios comprobados para todos los niveles
Lo que hace único al slow jogging es su adaptabilidad a diferentes niveles de condición física. Los principiantes pueden comenzar a un ritmo de 4-5 km/h, mientras que los deportistas más experimentados pueden alcanzar velocidades de hasta 12 km/h sin perder la esencia del método.
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Si utilizas esta técnica verás los resultados rapidamente.
Los beneficios del ejercicio son notables, fortalece el sistema inmunológico, previene enfermedades como diabetes y problemas cardíacos, retrasa el envejecimiento y ayuda a mantener la salud cerebral, combatiendo incluso el riesgo de demencia senil y Alzheimer. Además, quema el doble de calorías que caminar, todo esto sin el riesgo de lesiones asociadas al running tradicional.
El profesor Tanaka recomienda comenzar hacer este ejercicio con sesiones de 10 minutos tres veces al día para quienes tienen poco tiempo, aunque el objetivo ideal es realizar 30-60 minutos diarios. Lo más revolucionario es que no requiere técnica especial ni preparación previa, haciendo este ejercicio accesible para personas de cualquier edad o condición