Limpieza

Por qué no debes tener la casa impecable siempre, según los psicólogos

Expertos en psicología aseguran que limpiar la casa y mantenerla ordenada todo el tiempo puede ser perjudicial para la salud mental

Muchas personas aseguran que limpiar la casa es una terapia, y que les transmite paz, tranquilidad y hasta comfort. Sin embargo, recientes estudios confirman que "tener la casa imoecable" todo el tiempo puede ser perjudicial para la salud.

Según psicólogos y expertos en salud mental, la obsesión por mantener una casa perfectamente limpia puede ser una señal de problemas emocionales.

¿Por qué no es bueno tener la casa siempre impecable?

Según la psicóloga española María Jesús Álava Reyes, la limpieza compulsiva de la casa (o de cualquier otro elemento personal) puede convertirse en un mecanismo de escape frente a emociones difíciles.

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Limpiar la casa.

Limpiar la casa.

Estas emociones pueden ir desde la ansiedad, el perfeccionismo e incluso el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

"Limpiar sin parar (...) suele ser una necesidad emocional. Se convierte en una forma de ordenar lo que no puedes ordenar en tu interior", explicó la profesional en una entrevista con el medio El Confidencial.

Además, estudios del Journal of Obsessive-Compulsive and Related Disorders confirman que el exceso de orden y limpieza de la casa está relacionado con altos niveles de ansiedad, baja tolerancia a la incertidumbre y pensamientos intrusivos.

Por otro lado, la experta en psicología asegura que "se ha idealizado el orden como símbolo de éxito y control", pero esto es perjudicial para la salud, pero también para la economía personal.

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Limpiar.

Limpiar.

"Las redes sociales nos muestran casas perfectas, blancas, minimalistas…pero eso no es real. Una casa vivida tiene movimiento, tiene vida, y eso incluye el desorden", concluyó la profesional.

Además, podemos estar pasando por un grave problema de salud mental cuando sentimos que el orden y la limpieza se ha vuelto más importantes que poder disfrutar de los espacios y de la convivencia en familia.

Atrás quedaron los hogares llenos de objetos de decoración traídos de los viajes, obras de arte o manualidades, mezcla de colores que no combinan, etc.

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