El senador provincial Gabriel Pradines ganó el domingo pasado las elecciones partidarias del PRO en medio de acusaciones cruzadas con el sector de Hebe Casado, que le disputó la conducción y se quejó de presuntas irregularidades.
El senador provincial Gabriel Pradines ganó el domingo pasado las elecciones partidarias del PRO en medio de acusaciones cruzadas con el sector de Hebe Casado, que le disputó la conducción y se quejó de presuntas irregularidades.
Y dado que la lista vencedora es cercana al demarchismo, quedó abierta una posibilidad inquietante para Cambia Mendoza: que los amarillos se vayan del frente oficialista y dejen abierto un flanco difícil de cubrir en los próximos comicios.
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"Fue una elección muy dura", admitió el nuevo presidente del PRO durante una entrevista con el programa No Tenés Cara (Radio Nihuil). Y denunció que la movida que hizo el gobernador Alfredo Cornejo (UCR) para apoyar a la vicegobernadora Casado "fue impresionante".
Según precisó el senador, asistió a la votación el 30% del padrón, alrededor de 5.000 afiliados. Todo un suceso para unas elecciones partidarias, ya que lo normal es que no se presente más de un cuarto del padrón.
Desde luego, la gran incógnita política que sobrevolaba la conversación era si el PRO se queda o se va de Cambia Mendoza.
"Los afiliados recuperamos el PRO, eso es lo más importante (...) Yo creo que el camino nuestro es fortalecer el partido, fortalecer a nuestros dirigentes, capacitarlos en cada departamento para que haya alternativas", matizó Pradines.
Pero subrayó: "No debemos estar sumisos frente a otro partido, eso es lo que quiero transmitir (...) En estos últimos 8 años se intentó que el PRO se transformara en una Franja Morada. El objetivo es que eso no pase. Y mi responsabilidad es convocar a que lo discutamos entre todos (...). Lo bueno es que el PRO ha recuperado su independencia".
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